Valtorres urge la reapertura de la iglesia tras tres meses cerrada por desprendimientos
El Ayuntamiento solicita al Obispado de Tarazona que actúe ante los daños que provocó el viento
La iglesia de Santa María de Valtorres, en la comarca de la Comunidad de Calatayud, permanece acordonada con una cinta roja y blanca desde finales de octubre, cuando una tormenta con fuertes rachas de viento provocó la caída de muchas de las tejas de su cubierta a la vía pública, a la vez que derribó dos pinos situados en la entrada del templo.
El edificio, de amplias dimensiones, fue levantado a zofra (de manera comunal) por los propios vecinos de la localidad en los años 70, en sustitución de la anterior sede parroquial, que tuvo que ser derribada por su mal estado en la misma época. Actualmente, la mayoría de las tejas se aprecian movidas.
"Costó mucho sacrificio y de mucha gente hacerla, por lo menos seis u ocho años, y sería una pena que acabase igual que la anterior", explican Antonio Barranco y Elvira Bernal, de 85 y 81 años respectivamente, mientras abren la puerta del inmueble, situado al pie de la carretera A-2505. Según detalla el Ayuntamiento, los terrenos fueron cedidos por un vecino, mientras que los materiales y la mano de obra fueron aportados por la localidad. "Los que estaban fuera colaboraban con dinero. Cada uno lo que pudo", explica Bernal, pidiendo que "hagan algo" para garantizar su reapertura en buenas condiciones.
En el interior del templo también se aprecian marcas de las humedades en la nave central, aunque lo preocupante es el exterior. "Desde el Ayuntamiento hemos colaborado en la restauración de alguna de las tallas, además de arreglar la calle que bordea el edificio, colocar canalones y pequeños jardines, pero una obra así no la podemos hacer en solitario. Tiene que ser el Obispado de Tarazona el que mueva ficha", explica a su vez la alcaldesa, Noelia Sánchez. En su caso, consultaron el precio que podría tener la obra y vieron "que no baja de 40.000 euros", lo que supondría "el 50% del presupuesto municipal".
Sánchez indica que en noviembre remitió una carta a la Diócesis en la que como Consistorio solicitaban que su arquitecto acudiera "urgentemente" a comprobar el estado del tejado, con el fin de "iniciar a la mayor brevedad" posible las obras de restauración porque hay un "peligro real e inminente de que vuelvan a caer más tejas al suelo". Por ese riesgo se optó por acordonar todo el edificio, incluida una pequeña capilla donde ahora se da misa.
"Lo precintamos todo y se ofreció la biblioteca, pero feligreses, feligresas y el párroco asumieron la responsabilidad de hacerla allí", detalla Sánchez.
Por su parte, desde el Obispado de Tarazona reconocen que se tenía constancia de la misiva y explican que "estaba prevista la visita del arquitecto para valorar los daños y qué es necesario hacer". Una de las vecinas, Sandra Martínez, explica que para su madre y otras personas mayores esta situación supone "revivir lo que ya pasó hace años". "Es indignante, pero esperemos que haya solución", asume.
Por su parte, Sánchez, como responsable del Ayuntamiento, adelanta que estarán pendientes de la convocatoria de ayudas, principalmente provinciales, pero recuerdan que "al ser una propiedad ajena al Consistorio, corresponde a quien detenta la propiedad solicitarlas para llevar a cabo las obras". "Hemos demostrado como Ayuntamiento que hay predisposición para ayudar y creo que el pueblo de Valtorres también lo ha dejado claro comprometiendo su generosidad, pero necesitamos más respaldo", argumenta la primera edil.
