Los daños de la tormenta de julio persisten en naves y caminos de La Cartuja y Cuarte
Algunos empresarios han estado limpiando sus naves hasta hace dos semanas.
Los daños de la histórica tormenta del 6 julio todavía persisten en puntos como La Cartuja Baja o Cuarte de Huerva. La zona del anillo verde del barrio rural sigue pendiente de reparar, y en Cuarte han solicitado la colaboración de la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ) para arreglar varios caminos del término municipal. Pero no solo eso. Hay empresarios, cuenta Abelardo del Río, representante de los administradores de la comunidad del polígono de La Cartuja, que han estado limpiando sus naves "hasta hace prácticamente 15 días".
La presidenta de Cepyme Aragón, María Jesús Lorente, confirma que, seis meses después, aún hay empresas con los tejados rotos y viales que siguen en una situación "deficitaria". Las afecciones se han ido reconduciendo poco a poco. "Pero tras una catástrofe de estas magnitudes, todo tarda unos meses en volver a la normalidad. Todavía se está recomponiendo la situación", agrega.
La también presidenta de Cepyme Zaragoza recuerda que la organización ha estado trabajando "desde el minuto uno" junto a las empresas, el Consorcio de Compensación de Seguros y los ayuntamientos de Zaragoza y Cuarte y que, a futuro, hay "muchos temas encima de la mesa" de cara a evitar nuevas inundaciones. Se trata de cuestiones especialmente complejas, ya que, en muchos casos, exceden del ámbito municipal. "Lo que queda es un trabajo más a medio plazo para evitar que todos estos problemas vuelvan a producirse", indica Lorente.
En Cuarte, una de las zonas más castigadas por la tormenta junto a Parque Venecia, además de solicitar la colaboración de las máquinas de la DPZ está prevista una reunión con la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) en la que pedirán autorización para actuar sobre la ribera del Huerva. "Hay zonas en las que se han abierto simas, y no podemos actuar sin permiso. Hemos tenido que vallar la zona lateral de uno de los parques", cuenta la alcaldesa de la localidad, Elena Lacalle.
En las naves, el cambio de los tejados afectados por la tromba está requiriendo de grandes inversiones, ya que muchos eran aún de uralita. "La semana pasada nos reunimos con la vicepresidenta segunda y consejera de Economía, Mar Vaquero, miembros de Cepyme y de la nueva Asociación de Empresarios del Corredor del Huerva para estudiar la posibilidad de que pueda haber ayudas para estos industriales. Esperamos encontrar una fórmula para echarles una mano", señala.
En lo que respecta al municipio, todavía "siguen coleando" algunas de las actuaciones de emergencia, ya que la tormenta afectó incluso al subsuelo, por donde discurren las redes de saneamiento y telefonía. "No hemos parado, pero va para largo", reconoce.
En La Cartuja no hubo daños a nivel urbano, pero urge reparar la zona del anillo verde que discurre entre la vía del AVE y este barrio rural, muy utilizada por ciclistas, corredores y paseantes. "Hay zonas que, medio año después, siguen intransitables", lamenta el alcalde pedáneo, José Mari Lasaosa. Mientras, en el polígono hay "temor" de que pueda repetirse un episodio de estas características. Sobre todo teniendo en cuenta que en 2006 ya hubo uno, aunque de menores consecuencias, tiempo "suficiente para haber puesto soluciones", de ahí la inquietud de empresarios y trabajadores. "Hay compañías grandes que pueden asumir este tipo de daños, pero para las más pequeñas es mucho más complicado", razona.
