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El dueño de una agencia de Zaragoza se juega la cárcel por arruinar seis viajes de novios
Los afectados pagaron 57.000 € poco antes de la pandemia pero ni el encausado ni las aseguradoras se los devolvieron.
La pandemia de coronavirus, además de acabar con millones de vidas, frustró muchos proyectos. El mundo se paralizó por el confinamiento y los viajes se cancelaron. En muchos de los casos, los afectados pudieron aplazarlos o recuperaron el dinero adelantado. Pero hubo quien no lo consiguió y se vio obligado a acudir a los tribunales para reclamar el perjuicio sufrido. Es el caso de seis parejas, la mayoría de Zaragoza pero también de Madrid, que tenían previsto casarse a principios de 2020 y hacer un viaje de novios inolvidable.
Para ello acudieron a la agencia de Teofil Petru N. N., Travel Channel World, especializada en viajes internacionales y destinos exóticos, tales como Tailandia, Australia, Sri Lanka, Maldivas o Estados Unidos, por citar algunos. El precio medio de los trayectos, que el acusado acomodaba a las fechas y necesidades de los clientes, rondaba los 7.000 euros, pero hubo algún viaje por el que se pagó incluso el doble.
Todos los afectados adelantaron un dinero para hacer la reserva, que incluía un seguro por cancelación por diferentes motivos. Pero, cuando hubo que suspenderlos, ni el dueño de la agencia ni las aseguradoras se lo devolvieron.
Teofil Petru N. N. fue juzgado este viernes en la Audiencia de Zaragoza acusado de un delito de estafa o, alternativamente, de apropiación indebida de los cerca de 57.000 euros que abonaron los afectados. La Fiscalía solicita un año y medio de cárcel para él, pena que las acusaciones particulares, a cargo de los abogados Concepción Cinca y Juan Manuel García González, elevan a cuatro y cinco años y medio respectivamente, además de la devolución del dinero y una indemnización de 2.000 euros para cada afectado por daños morales.
Teofil Petru N. N. negó haberse quedado con el dinero de las seis parejas y explicó que lo destinó al pago de proveedores y a su nómina y achacó los problemas a la pandemia. "Tenía que salvar la empresa y cubrir a mi familia", manifestó. Declaró que en septiembre de 2020 ya estaba en situación de "insolvencia" y que recomendó a sus clientes que reclamaran a las aseguradoras, cuyas pólizas tenía pagadas. Antes, no obstante, había ofrecido a todos aplazar el viaje. Al final, el 15 de septiembre de ese año envió un correo electrónico informándoles de que un despacho de abogados se pondría en contacto con ellos, lo que nunca sucedió.
El acusado tenía asegurada la responsabilidad civil con Axa y la caución con Seguros Bilbao. A los viajeros les enviaba por correo electrónico el seguro ya contratado a través de la correduría Intermundial, con White Horse Insurance. El abogado de esta última indicó que su compañía cubría los siniestros en destino, no antes.
Mientras, el letrado de Intermundial aclaró al presidente de la Sección Tercera, José Ruiz, que su empresa es una mera intermediadora. "Somos agentes de intermediación en contratación. Nosotros no asumimos riesgos; la ley lo prohíbe. Solo intermediamos para contratar pólizas", dijo. Sin embargo, los afectados señalaron que no fue así. Las defensas piden la absolución. El juicio continuará la semana que viene.
