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Una disputa en las filas de La Romareda deja un aficionado tuerto y otro condenado a prisión

La Audiencia condena a un socio del Real Zaragoza por pegar "al menos un puñetazo" a otro al que había visto colarse en los accesos al estadio.

Filas en La Romareda
Filas en La Romareda
JOSé MIGUEL MARCO

El aficionado del Real Zaragoza acusado de dejar tuerto a otro de un puñetazo por saltarse la fila de acceso al campo de La Romareda no entrará finalmente en prisión, ya que ha sido condenado a una pena de dos años que previsiblemente le será suspendida. La Fiscalía y la acusación particular pedían siete años de cárcel para O. C. G., quien reconoció en el juicio haber llamado la atención a la víctima por su comportamiento pero negó haberle dado un fuerte golpe en el ojo. «Me arrinconó y simplemente me lo quité de encima con un empujón», manifestó. Sin embargo, la Audiencia de Zaragoza concluye que el procesado propinó «al menos un puñetazo» a la víctima.

Los hechos se produjeron en la tarde del 6 de diciembre de 2021, minutos antes de que el equipo zaragocista se enfrentara al Eibar. Como recuerda la sentencia de la Sección Tercera, después de que O. C. G. afeara al otro aficionado que no respetara el orden de fila –por aquellas fechas se exigía el pasaporte covid y acceder al estadio costaba bastante tiempo– se produjo una discusión y un forcejeo entre ambos.

Durante el juicio celebrado la semana pasada, el denunciante y el acusado dieron versiones diferentes sobre el origen de la disputa. El primero negó que insultara al otro, pero admitió que, cuando se inició el forcejeo, al intentar «apartarlo» de manera «involuntaria» le dio un bofetón. El encausado insistió en que no lanzó ningún golpe al rostro de la víctima. Sin embargo, los magistrados no piensan lo mismo y consideran que, «en un momento determinado, con evidente desprecio a la integridad física» del otro hombre, le lanzó un puñetazo que le alcanzó la región supraciliar del ojo izquierdo, causándole lesiones de carácter grave. Porque la víctima había sido operada de cataratas tiempo atrás y le habían colocado una lente intraocular que se rompió como consecuencia de la agresión.

No pudo prever el resultado

El Ministerio Público y la acusación particular, a cargo de la abogada Araceli Esteban, acusaban por un delito de lesiones graves con pérdida de un órgano principal. De forma alternativa, la Fiscalía planteó la posibilidad de un concurso de delitos, por entender que el agresor no pretendía causar semejante daño y tampoco se representó el resultado finalmente producido. Y ha sido esta la opción por la que se ha decantado la Audiencia Provincial, que condena por un concurso ideal de un delito de lesiones dolosas y otro de imprudencia grave. Impone también al agresor una indemnización de 52.000 euros y las costas del proceso, incluidas las de la acusación particular.

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