movilidad
El bus urbano de Zaragoza pierde puntualidad y triplica en solo un año el número de viajes en vacío
Han pasado de 38 a más de un centenar, según un informe de Avanza. La compañía lo achaca a las nuevas limitaciones de velocidad y al incremento del nivel de usuarios.
El bus urbano de Zaragoza encadena tres años perdiendo puntualidad y en solo 12 meses ha triplicado el número de viajes en vacío, pasando de 38 al día a 125, según un reciente informe de Avanza. Cada vez es más habitual ver autobuses que, en vez de mostrar su número y recorrido, pasan por las paradas con la palabra ‘Avanza’ en el frontal sin detenerse. Se trata, según explican desde la compañía, de una forma de regularizar las líneas cuando acumulan retrasos que solo se aplica "en sentido de vuelta"; unos kilómetros por los que el Ayuntamiento no paga.
Los datos del grupo, referentes a los meses anteriores a la aprobación de los nuevos cuadros de marcha en nueve líneas, revelan que si en 2019 eran un 85,3% las expediciones puntuales, a principios de este año, el porcentaje había bajado hasta el 82,8%, una diferencia que se acentúa, más si cabe, en líneas como la 42 –que apenas alcanza el 80%–, o la 24, que se encuentra en la misma situación.
Las primeras modificaciones aprobadas, sujetas a revisión, se ampliarán próximamente a otras 11 líneas, entre las que estarían los dos circulares (Ci1 y Ci2), la 36, la 38 y la 56. Una vez que estén todas en marcha se analizará su efecto y si están consiguiendo mejorar los índices de puntualidad.
Pero, ¿qué hay detrás de los actuales retrasos? Desde Avanza apuntan a varios factores. El primero, las limitaciones de velocidad introducidas en los últimos años, que hacen que "casi el 50% del trazado que recorre una línea se haya visto afectado" por las reducciones de 50 kilómetros por hora a 30, lo que provoca "una menor velocidad de circulación" que ha obligado a asignar "mayor un número de órdenes de regulación de vacío" que derivan, en la mayoría de los casos, "en la impuntualidad" del bus afectado por dicha orden y, "muy probablemente, del siguiente".
Índices de puntualidad del bus urbano de Zaragoza, línea por línea
Esto ha hecho que Avanza haya propuesto revertir los límites de velocidad en puntos como el Coso, Miguel Servet, el paseo de Echegaray y Caballero o San Vicente de Paúl. Sin embargo, desde el área de Medio Ambiente y Movilidad aseguran que no hay intención de modificar las velocidades máximas de estas calles.
También influye, según Avanza, el número de usuarios. Desde la compañía explican que el volumen de pasajeros tiene "una repercusión importante" en la duración de las subidas y bajadas de las paradas. En 2020, el estallido de la covid-19 hizo que los problemas que empezaban a apreciarse en 2019 remitiesen, pero superada la pandemia "se ha ido produciendo una recuperación gradual" que hace que en la actualidad las cifras estén ya en niveles similares a los de 2018, con una tendencia al alza.
Otro factor a tener en cuenta, según apunta en el citado informe, es la prioridad semafórica del tranvía, que provoca "graves afecciones al cálculo de la puntualidad" en zonas como el intercambiador de Valle de Broto, en el Actur, y la Escuela de Ingenieros.
Estos puntos, en los que operan el 42 y el 44, respectivamente, registran dos de los peores índices de puntualidad de la red. La compañía subraya que el problema es ajeno a su ámbito de actuación. Cree, no obstante, que las "importantes penalizaciones" que provoca deberían "ser corregidas".
"No es bueno para nadie"
El empeoramiento de las cifras en los últimos años es evidente. En 2018 se hacían una media de 40 viajes en vacío al día, un dato que apenas varió en 2019 (42). Con la caída de usos provocada por la crisis sanitaria, las estadísticas bajaron hasta los 13, continuando el descenso en 2021 con apenas 11. Desde entonces, sin embargo, los números no han parado de crecer.
Este 2023 comenzó con 56 viajes en vacío al día, mientras que en febrero, el promedio se elevó hasta los 120 y en marzo, último mes que analiza el informe, a los 125.
Esto ha incrementado el malestar de los usuarios, que no entienden que los autobuses pasen de largo de las paradas y luego se junten dos o tres después de minutos y minutos de espera. El presidente del comité de empresa, José Manuel Montañés, reconoce que lo que está ocurriendo "no es plato de buen gusto para nadie" y que cambios como los aplicados en líneas como la 24 apenas se están notando entre semana. "Los vacíos surgen porque los tiempos son insuficientes. Se ve sobre todo en líneas como la 42, pero es algo generalizado", dice.
