Es el principio del fin para una de las cicatrices urbanas más grandes de Zaragoza. La constructora Brial y el Ayuntamiento comenzaron esta semana las obras de urbanización exterior en la antigua fundición de Averly, donde además se proyectan 148 pisos libres y 43 protegidos. La previsión es que la zona residencial esté terminada en 2025, mientras que la primera fase de la "transformación" exterior de esta zona debería estar finalizada en seis meses.

Los primeros trabajos están ahora enfocados a una ampliación de cinco metros de la acera norte del paseo de Escrivá de Balaguer, según indicaron fuentes de la promotora aragonesa. De esta manera, se inicia una "remodelación integral" de esta zona situada entre el paseo de María Agustín y la calle del Trovador, que también tendrá un nuevo arbolado aprovechando el espacio, y en consonancia con el interior que también contará con zonas verdes.

Asimismo, se mejorarán las dotaciones de los vertidos y la luminaria de la vía se reformará por completo hasta la calle de Borao. Cuando termine esta primera fase dentro de medio año, la previsión de Brial es darle una nueva imagen al jardín romántico, que será "acondicionado y "embellecido". El resto de equipamientos catalogados como Patrimonio Cultural Aragonés, propiedad del Ayuntamiento, tendrán un uso municipal aún por determinar.

El movimiento de tierras va a suponer el fin de una procelosa tramitación de un proyecto que ha terminado demorándose casi 10 años. De hecho, se preveía que Brial comenzara las obras en el año 2019, cuando el asunto llevaba en los despachos de Urbanismo desde 2013. Finalmente fue a principios de este año cuando se instalaron las grúas en la parcela de la antigua fundición, que han ayudado a construir el esqueleto de las 148 viviendas cuya fachada da al Caixa Forum y al "futuro parque" del Portillo.

"Una ciudad de los sentidos"

Brial

La urbanización que Brial pretende construir en los suelos de la antigua fundición se asemeja, según la promotora, a una "ciudad de los sentidos". Su propósito, según fuentes oficiales, es integrar una zona residencial dentro de un antiguo entorno industrial, "como ya sucede en ciudades como Bilbao o Sevilla". Las 191 viviendas se construirán en una zona de 3.500 metros cuadrados de zonas comunes. El precio de los pisos parte desde 232.000 euros y se puede elegir entre dos, tres y cuatro habitaciones.