Los zaragozanos llenan el cementerio de Torrero como preludio a Todos los Santos
Desde el Ayuntamiento de Zaragoza dicen que se ha notado una "alta afluencia" de visitantes, ya incluso desde el miércoles.
De una forma escalonada, los zaragozanos ya van llenando el cementerio de Torrero a falta de cuatro días para la festividad de Todos los Santos. El camposanto ha recibido este sábado miles de flores de personas que han querido rendir homenaje a sus seres queridos en una jornada que ha transcurrido con normalidad, sin atascos y con un tráfico fluido. De hecho, desde el Ayuntamiento aseguran que se ha notado una "alta afluencia", más incluso que el año pasado a estas alturas.
Desde que se puso en marcha el dispositivo especial para Todos los Santos el pasado miércoles, los funcionarios ya han notado que muchos zaragozanos se acercaban al camposanto, especialmente utilizando el transporte público o incluso paseando, ya que el tiempo ha acompañado este sábado. No obstante, también muchos han acudido en coche, pero no ha habido grandes atascos por el momento.
Precisamente se acercaban al camposanto esta mañana José Luis Ramos y su mujer, Carmen Fábregas, caminando tranquilamente de la mano. "Venimos todos los años. Solo hemos faltado los de la pandemia, pero desde el pasado estamos contentos de que podamos volver a traer flores", decían, también con cierta tristeza, a las puertas del cementerio. Son vecinos de Torrero, por lo que han preferido dar un paseo a pie a pesar de su avanzada edad. "Con la apacible mañana que hace, apetece", aseguraban.
Todas las puertas del cementerio, tanto las rodadas como las peatonales, se encontraban abiertas desde el miércoles, motivo por el cual no ha habido que lamentar incidencias en el tráfico, a pesar de que por estas fechas ya aumenta considerablemente la circulación. "Está todo muy bien organizado y muy limpio. Nos daría mucha rabia perdernos un día como este por culpa de que hubiera mucha gente y fuera un caos", comentaba María Antonia Laplana, con un ramo de flores en la mano, camino de los nichos. Había otros que, además de rendir homenaje a sus seres queridos que ya no están, curioseaban por la parte más vieja del cementerio, especialmente anonadados ante el mausoleo y las grandes capillas de la familia.
Rosas rojas y claveles
Las floristerías cercanas también eran un ir y venir de zaragozanos. "Ahora ya no es tan masivo como otros años, y la gente viene de manera más escalonada", comentaba Marisa tras el mostrador de Flores Marisa, aunque confirmaba que la afluencia sigue siendo la misma que en prepandemia. "Se venden todo tipo de flores, hay más tipos que nunca, pero lo que más se suele llevar la gente son ramos de rosas rojas o claveles", añadía.
