¿Puede una comunidad de vecinos restringir las viviendas turísticas? Esto dicen los expertos
Los propietarios tienen fórmulas legales para limitarlas, pero no siempre es fácil, según advierten desde el sector inmobiliario.
Las comunidades de vecinos tienen potestad para impedir que los propietarios destinen sus viviendas al alquiler turístico. Pero conseguirlo no siempre es fácil.
"Se debe convocar una reunión y se necesita una mayoría cualificada de tres quintos, contando tanto a los asistentes como a los no asistentes. Estos últimos también han de ser notificados. Tienen un mes para expresar su voto y si no se pronuncian se entiende que se acogen a la mayoría", explica Antonio Calvo, vocal de la junta de gobierno del Colegio de Administradores de Fincas.
Una vez completada la tramitación, la decisión "obliga a todos los propietarios", pero si alguien ya había destinado su vivienda al alquiler turístico ya no hay vuelta de hoja. "Solo puedes impedirlo a partir del momento en el que queda inscrito en el registro. Sí existe la posibilidad de subir la cuota de la comunidad a las ya existentes por un uso excesivo de las instalaciones comunes, como ocurre con el ascensor", dice.
Este tipo de prohibiciones están yendo a más en los últimos años, y cada vez son más las comunidades y los particulares que se interesan a este respecto. No obstante, en puntos como el Casco Histórico, donde hay bloques de apenas cuatro, seis u ocho vecinos, puede llegar a resultar realmente complicado. "Es bastante probable que la persona que lo quiere dedicar al alquiler turístico tenga más de un piso, por lo que al resto ya no le es posible alcanzar la mayoría de tres quintos que se requiere", agrega.
Según Calvo, hay zonas, como ocurre con el Casco Histórico, donde el número de viviendas de uso turístico (VUT) se han multiplicado en los últimos años, que se están "enfocando" hacia este sector, mientras que en otras, como la de Romareda o el Actur, no tienen este tipo de problema.
