Zaragoza tendrá plantas fotovoltaicas en 38 edificios públicos antes de que acabe 2024
El Área de Urbanismo espera ahorrar más de medio millón de euros al año en la factura de la luz. La licitación para crear comunidades energéticas en Malpica y Empresarium no recibe ninguna oferta.
El Ayuntamiento de Zaragoza está trabajando en la instalación de plantas fotovoltaicas en los edificios municipales con un doble objetivo: reducir el precio de la factura de la luz y seguir trabajando para que la ciudad sea climáticamente neutra en 2030.
En total, el Área de Urbanismo y Equipamientos ha seleccionado 38 inmuebles que deberán disponer de placas solares para autoconsumo antes de que termine el próximo año 2024. Los trabajos ya han comenzado y el proyecto permitirá un ahorro de aproximadamente 504.084 euros cada año de las arcas públicas.
Actualmente, las instalaciones están ya terminadas en al menos 30 de estos inmuebles, mientras que en los otros 8 o bien han comenzado las obras o se está todavía desarrollando el proyecto.
Concretamente, restan por terminar las instalaciones fotovoltaicas de los centros deportivos municipales Príncipe Felipe, Delicias, Montañana, San Juan de Mozarrifar, Tenerías y Actur. También se colocarán en la glorieta de Santiago y en el inmueble que sirve como biblioteca y junta municipal en el barrio rural de Movera.
Las plantas que ya están en marcha suman una potencia de 870,28 kw y producen 1.223.420 kw/h al año, lo que supone ya un ahorro de 261.084 euros.
El pabellón Príncipe Felipe será el que permitirá unas mayores cifras, ya que con la instalación en su tejado se dejarán de gastar 70.800 euros.
En el caso de las plantas que ya están en funcionamiento, las de mayor envergadura son las del centro cívico Esquinas del Psiquiátrico y el Siglo XXI, con alrededor de 15.000 euros cada una. También se han colocado placas, por ejemplo, en los colegios públicos Monsalud, Torre Ramona y Ramiro Solans y los CDM La Granja y José Garcés, así como, entre otros, en las instalaciones del servicio de Parques y Jardines, el parque de Bomberos de Valle de Broto o el cuartel de Policía Local de Palafox.
En global, cuando hayan concluido todas las actuaciones, se alcanzarán los 1.118 kw que producirían 1.667.000 kw/h al año. Y esto se suma a los 1,4 millones de euros que el Consistorio está invirtiendo en un plan de climatización y eficiencia energética para las escuelas infantiles.
Los polígonos, desiertos
De forma paralela, el Ayuntamiento de Zaragoza tiene previstos proyectos en el cementerio de Torrero y los polígonos industriales de la ciudad. Sin embargo, en este segundo caso los técnicos municipales deberán volver a sacar a licitación el proyecto, ya que ha quedado desierto al no recibir ninguna oferta.
La dificultad de encontrar interesados radica, según explican desde el Área de Urbanismo y Equipamientos, es que además de la explotación de las plantas fotovoltaicas el proyecto conlleva la creación de comunidades energéticas. Para que no vuelva a pasar lo mismo, el Ayuntamiento tratará de mejorar la comunicación con las empresas de los polígonos industriales.
La intención del Consistorio es crear allí plantas que permitan el abastecimiento de las empresas del entorno y el autoconsumo en el caso de la iluminación pública en ambas zonas. Salió a licitación mediante un concurso público que implicaba una inversión privada superior a los 11,8 millones de euros y unos ingresos mínimos para las arcas municipales de 7,8 millones de euros.
La intención es contar con una potencia instalada de 16.000 kWh y una producción de energía anual de 27,19 Gwh. O lo que es lo mismo, el consumo que hacen de media al año 81.500 hogares zaragozanos. La vigencia de la concesión está marcada en 25 años.
Sí que sigue su curso sin sobresaltos el plan para colocar placas solares en los 41.065 metros cuadrados de las cubiertas de las ampliaciones 3 y 4 del cementerio de Torrero. Se hará mediante una concesión demanial para la instalación, mantenimiento y explotación de la infraestructura y el Ayuntamiento percibirá un canon anual en proporción con la facturación de la concesionaria por la venta de la energía producida.
El Actur genera energía con dos años de retraso
El Actur se iba a convertir en el verano de 2021 en el primer barrio solar de la ciudad. El «pionero» y «transformador» proyecto, tal y como lo calificó el anterior alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, fue puesto en marcha por el Ayuntamiento de la mano de la asociación medioambiental Ecodes y el grupo empresarial EDP, pero aunque se empezó pronto a buscar participantes, su puesta en funcionamiento definitiva se ha demorado dos años porque se encontró muchas trabas en el camino. Ahora por fin comienza a andar con 150 vecinos y establecimientos que verán cómo se reduce hasta un 30% su factura de la luz.
La iniciativa, en concreto, permite generar energía limpia para autoconsumo a través de dos instalaciones fotovoltaicas instaladas en las cubiertas de los centros deportivos municipales Siglo XXI y Actur V.
Los paneles solares permiten abastecer a viviendas que se encuentran en un radio de 500 metros de los edificios, y del total de beneficiarios 20 son familias en situación de vulnerabilidad que han sido seleccionadas por Zaragoza Vivienda, para los que la energía será totalmente gratuita.
Obras de eficiencia energética
Como añadido, en estos casos el Ayuntamiento ha acometido también obras para mejorar la eficiencia energética de estas viviendas. Se han cambiado las calderas, los calentadores o los radiadores, y también se han llevado a cabo acciones de menor envergadura como la instalación de bombillas led, burletes en las ventanas o reflectores, que evitan que se pierda el calor que los calefactores irradian hacia el lado de la pared.
La instalación está operativa, según apuntan desde Medio Ambiente, desde finales de mayo, y desde entonces las comercializadoras de cada participante se encargan de llevar a cabo la activación. Por ello, algunas de las familias ya han podido beneficiarse de la reducción del precio y otras todavía se mantienen a la espera.
En el aspecto técnico, cada planta cuenta con 120 paneles solares, que suman una superficie de 240 metros cuadrados y 50kWp. Esto se traduce en la producción de 100 kilovatios pico de potencia que generarán 150.000 kilovatios hora cada año. Es decir, la energía suficiente para, por ejemplo, ir de Cádiz y Moscú y volver en un vehículo eléctrico.
Desde el Ayuntamiento explican que las características especiales con las que cuenta esta comunidad energética hicieron que su desarrollo resultara «complejo». Para empezar, indican, «por la moratoria que hubo en su momento para la puesta en marcha de este tipo de instalaciones o las adaptaciones técnicas y obras requeridas por la distribuidora y los correspondientes permisos».
La concejala del Área, Tatiana Gaudes, aplaude que por fin se esté haciendo realidad el proyecto. «Sabíamos que no iba a ser fácil porque estábamos abriendo camino. Hemos ido buscando solución para todas esas dificultades porque teníamos muy claro que esta comunidad energética solidaria tenía que hacerse», recalca.
