sucesos

Condenado por robar una bandera de España en la misma puerta de un cuartel de Zaragoza

La Fiscalía pidió siete meses de prisión para el joven acusado, quien confesó que lo hizo para "sentir la adrenalina". 

Entrada del cuartel de la Guardia Civil en Casetas, donde robaron la bandera.
Entrada del cuartel de la Guardia Civil en Casetas, donde intentó robar la bandera.
Google Maps

Los hay capaces de casi cualquier cosa por sentir la sensación de plenitud, felicidad o satisfacción que genera la liberación de endorfinas. Sin embargo, hasta la exploración de nuestros límites tiene sus limitaciones. Por un lado, los de la física y el sentido común, que fijan la frontera entre el riesgo controlado y la manifiesta temeridad. Y por otro los del Código Penal, auténtico vigía de la legalidad. A Ismael S. A. le dio por buscar placer imponiéndose a sí mismo un reto: el de arriar y hacer suya la bandera de España que preside la entrada principal del cuartel de la Guardia Civil en el barrio zaragozano de Casetas. Quería «sentir la adrenalina», manifestó después de que su atrevimiento lo llevara al calabozo. Ahora, un juez acaba de fijar su castigo.

Los hechos se produjeron sobre las 4.40 del 31 de agosto de 2022 en el número 1 de calle de Vizcaya, donde se levanta el edificio en el que la Benemérita tiene acuarteladas unidades como el Grupo de Reserva y Seguridad (GRS). De hecho, fue a uno de sus miembros al que el agente que vigilaba las puertas pidió ayuda al percatarse de la rocambolesca situación: un joven se había aproximado al mástil donde ondeaba la enseña nacional e intentaba destensar la cuerda.

El guardia no daba crédito a lo que estaba viendo, pero al ignorar cuáles eran las verdaderas intenciones del individuo decidió adoptar precauciones y pedir apoyo. Cuando quisieron darse cuenta, el sospechoso había conseguido soltar ya la bandera por uno de sus extremos. Sin embargo, al percatarse de que alguien estaba abriendo las puertas del cuartel, Ismael S. A. optó por abandonar su particular ‘trofeo’ y ponerse a salvo. A esa hora todavía no había amanecido, por lo que el joven trató de pasar desapercibido pegando su cuerpo a la pared. No lo consiguió, ya que uno de los agentes se percató de su presencia y gritó para darle el alto.

Como informó en su día HERALDO, en ese preciso momento, el guardia vio cómo el sospechoso individuo se agachaba para recoger algo del suelo. Se trataba de una zona muy poco iluminada y el funcionario temió que pudiera tratarse de un arma, por lo que también echó mano a su pistola reglamentaria. Antes de desenfundarla, volvió a dar el alto al joven, pero lejos de entregarse este último decidió darse a la fuga.

El agente salió corriendo tras él sin llegar a darle alcance, puesto que al llegar al cruce de la avenida de Logroño con la calle del Límite lo perdió de vista. Solo unos minutos más tarde, este mismo guardia volvió a percatarse de la presencia del individuo frente al cuartel, lo que dio lugar a una nueva y más larga persecución por el barrio de Malpica de Utebo.

Acusado de dos delitos

El fugado trató de burlar a su perseguidor saltando al otro lado de una acequia, lo que no adivinó es que allí le aguardaba otro agente, al que se quitó de encima con un fuerte empujón. Finalmente, otra patrulla interceptó a Ismael S. A., que volvió a ofrecer resistencia pero acabó engrilletado. Cuando lo conducían del calabozo, este toledano de nacimiento afincado en Utebo justificó sus actos manifestando que «quería sentir la adrenalina».

La Fiscalía lo acusó de un delito de resistencia por el proponía una condena de siete meses de prisión. Le atribuía también un delito leve de hurto en grado de tentativa, por el que añadía una multa de 200 euros. Al final, la defensa, a cargo del letrado Cristian Monclús, pactó una conformidad y la titular del Juzgado de lo Penal número 1 dictó una sentencia que zanja el asunto con una multa de 800 euros.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión