El edificio en ruinas y ocupado frente a la estación de tren de Calatayud se derriba este lunes
Tras un pequeño incendio, los bomberos pudieron observar graves daños en los forjados y el Ayuntamiento acomete la obra por vía urgente de forma subsidiaria.
El edificio de viviendas situado justo en frente de la estación de tren de Calatayud, ocupado desde hace más de un año y que a principios de julio sufrió un pequeño incendio, será derribado por el Ayuntamiento de Calatayud debido al mal estado de los forjados. Está previsto que los trabajos comiencen a primera hora de este lunes y que se extiendan a lo largo de unos 10 días. Durante ese plazo, el tramo de calle quedará cortado al tráfico por seguridad.
Según explica el concejal de Urbanismo, José Manuel Gimeno, la decisión se ha tomado de urgencia y se ejecutará de manera subsidiaria al haber sido declarado "en ruina inminente". La contratación, que ha ido por la vía de urgencia, tiene un valor que ronda los 40.000 euros y será repercutida posteriormente a los propietarios, donde están vecinos a título particular y la junta de compensación.
"Estaba abandonado y desde hace tres o cuatro meses se emitieron varias órdenes para que los accesos se tapiasen, pero ninguna ha sido atendida por los propietarios y la junta de compensación", recordaba Gimeno. La gota que colmó el vaso fue el incendio que se declaró en la tarde del sábado 8 de julio, cuando los bomberos de la Diputación de Zaragoza tuvieron que utilizar las mangueras para sofocarlo.
Gimeno detalla que "al no poder acceder al interior, se habían hecho inspecciones que apuntaban al mal estado", pero la entrada de los bomberos permitió contemplar la verdadera realidad. "Vieron un deterioro muy importante, que los forjados, que son de madera, de un par de plantas se habían caído", detalla el edil y teniente de alcalde. Ante esta situación y por seguridad, el Consistorio ha decidido no demorar más el derribo.
A finales de esta semana se ha colocado un vallado para evitar que los coches aparquen a su alrededor. Asimismo, el viernes, trabajadores de la empresa de alumbrado público retiraron el tendido que pasaba por allí y algunos propietarios retiraron algunos enseres, como muebles y otras pertenencias.
Las dos personas que ocupaban actualmente una parte del edificio salieron por su propio pie sin ninguna oposición. Una de ellas tenía ya un billete comprado para salir de la ciudad.
