Comienzan las obras en la cubierta de la iglesia de La Mantería para proteger los frescos de Coello

Conocida como la 'Capilla Sixtina' de Zaragoza, la iglesia de Santo Tomás de Villanueva alberga uno de los conjuntos murales más importantes del barroco de finales del siglo XVII.

Lambán visita a las obras de restauración de la iglesia de La Mantería de Zaragoza
Obras de restauración de la iglesia de La Mantería de Zaragoza
Oliver Duch

La Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón ha iniciado las obras de rehabilitación de la cubierta de la iglesia de Santo Tomás de Villanueva, en el antiguo Convento de los Agustinos de la Mantería de Zaragoza, con la finalidad de eliminar los problemas de humedad que sufre el inmueble y que están dañando las pinturas murales barrocas de Claudio Coello (1642-1693).

Según informa el Ejecutivo regional, estas obras, que cuentan con un presupuesto de 60.000 euros, son previas a las que proyecta acometer el Instituto de Patrimonio Cultural de España (IPCE) pueda acometer las obras de restauración necesarias para reparar las pinturas murales de Claudio Coello que decoran el interior de la iglesia, merced al protocolo suscrito con el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.

En un primer momento, la Dirección General de Patrimonio Cultural va a proceder a la colocación de una serie de líneas de vida y ganchos de sujeción para acometer la rehabilitación de estructura metálica de refuerzo del cimborrio octogonal y la limpieza y retejado de cubierta. Para ello se ha destinado un presupuesto de 60.179,30 euros.

Iglesia de Santo Tomás de Villanueva del antiguo Convento de los Agustinos de la Mantería

Esta edificación fue declarada Bien de Interés Cultural por decreto del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes en 1946 con el nombre de Iglesia de Santo Tomás de Villanueva del antiguo Convento de los Agustinos de la Mantería, declaración que fue completada a finales de 2001 por el Departamento de Turismo y Cultura del Gobierno de Aragón.

Las fuentes citadas destacan que la iglesia de la Mantería está considerada como uno de los más interesantes ejemplos de la arquitectura barroca en Aragón, de gusto italianizante en su composición aunque sin abandonar la tradición constructiva local en ladrillo.

Alberga además uno de los conjuntos murales más importantes del barroco de finales del siglo XVII realizados por el famoso pintor madrileño Claudio Coello, pintor de Corte, y su discípulo Sebastián Muñoz al estilo de los cuadraturistas italianos.

En 2021, la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón encargó un estudio de diagnóstico estructural del edificio, requisito imprescindible para la realización de la restauración del conjunto pictórico mural.

Mientras el Gobierno aragonés actúa para garantizar unas condiciones óptimas para la restauración mediante la colocación de canaleras y de otros sistemas para evitar los daños de las humedades, el IPCE podrá desarrollar los estudios previos de las pinturas, necesarios para llevar a cabo la restauración.

Estos trabajos, que contarán con un presupuesto estimado de unos 2 millones de euros, irán encaminados a detener los procesos de deterioro de las pinturas murales, consolidar tanto los morteros como la capa pictórica y recuperar el valor artístico del conjunto pictórico, con criterios estrictos de mínima intervención y respeto absoluto al original.

La iglesia de Santo Tomás de Villanueva del antiguo convento de agustinos de la Mantería, conocida como la 'Capilla Sixtina' barroca de Zaragoza por sus pinturas murales, realizadas por Coello entre 1683 y 1684, es el único resto de aquel complejo monástico fundado en el siglo XVII y regido por los frailes agustinos observantes.

El nombre de la iglesia se debe al hecho de que durante siglos, en el entorno de la misma se agrupaba el gremio de los manteros.

El conjunto de pintura mural al fresco, atribuido al pintor Claudio Coello (Madrid, 1642-1693), es sin lugar a dudas el elemento más destacado del templo y constituye por sus grandes dimensiones, su interesante iconografía y sobre todo su elevada calidad técnica un conjunto excepcional de relevancia nacional, señalan las fuentes citadas.

Actualmente, se estima que se conservan aproximadamente unos 800 metros cuadrados de superficie policromada, de los que unos 300 corresponderían a la cúpula central con su tambor, sus machones y sus arcos torales, mientras que el resto de las cúpulas con sus correspondientes pechinas y arcos contendrían unos 100 metros cuadrados cada una de pintura.

Se trata de un conjunto monumental caracterizado por su colorido y luminosidad, que se encuadra dentro del denominado estilo barroco decorativo o de ficción, surgido en Italia en 1636 con la realización del techo pintado del salón del palacio Barberini de Roma por Pietro da Cortona.

Por otro lado, a nivel iconográfico el conjunto representa a diversos personajes (santos, ángeles, virtudes, etc.) enmarcados por arquitecturas fingidas, balaustradas, cortinajes, cartelas, guirnaldas y otros elementos propios del citado estilo barroco decorativo, así como diversas figuras alegóricas tanto de Cristo como de la Virgen, todo ello dentro de un programa claramente contrarreformista.

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