Zuera

Cientos de vecinos despiden con un aplauso al alcalde de Zuera, Luis Zubieta

El féretro ha salido del Ayuntamiento portado por familiares y concejales compañeros de corporación. Su hija María le ha dedicado unas emotivas palabras: "Serás eternamente alcalde, papá".

Duelo en Zuera en el entierro de Luis Zubieta.
Duelo en Zuera en el entierro de Luis Zubieta.
Oliver Duch

Con varias salvas espontáneas de aplausos, muestras de dolor y lágrimas a las que se sumó el cielo con una tímida lluvia. Así, cientos de vecinos y autoridades de todo Aragón brindaron ayer un último adiós multitudinario y emotivo al alcalde de Zuera por el PSOE, Luis Zubieta, que falleció el pasado sábado al ser atropellado por una furgoneta cuando circulaba en bicicleta por la N-330 con unos amigos. 

La iglesia de San Pedro Apóstol se quedó pequeña para acoger al más de medio millar de asistentes que acompañaron a sus familiares. Su hija, María Zubieta, tomó la palabra al final de la celebración religiosa para despedirse de él y con voz entrecortada le dedicó unas emotivas palabras: «Era alcalde de su pueblo, lo que más le gustaba, y permitidme si digo que lo será eternamente». Y se refirió a él como una «persona buena» gracias a la que cree «esperanzada» que la «bondad era un arma transformadora».

El tañido sobrio y grave de las campanas anunció la despedida al regidor. En el luminoso de la plaza de España, instalado en la fachada del centro Clementina Pala, se podía leer la dedicatoria de sus compañeros de corporación: «Un referente para los alcaldes aragoneses y para Zuera. Destacamos su dedicación como servidor público en la gestión de nuestro municipio y del municipalismo aragonés. Siempre entregado a los demás, su talante democrático y abierto a cualquier persona que tuviera una necesidad, hacen que sea una profunda pérdida para toda la ciudadanía zufariense».

El féretro salió del Ayuntamiento minutos antes de las 11.00, portado por familiares, compañeros de corporación y trabajadores municipales, y fue recibido con aplausos. El primer teniente de alcalde, José Manuel Salazar, llevó en todo momento el bastón de mando que el pasado 17 de junio cogió Zubieta tras su reelección como primer edil por tercera vez consecutiva.

El arzobispo de Zaragoza, Carlos Escribano, y el párroco de la localidad, Víctor Pinilla, rezaron un responso para después recorrer a pie en procesión, con sus restos mortales escoltados por la Policía Local, el camino hasta la iglesia de San Pedro Apóstol.

Decenas de personas tuvieron que seguir el sepelio en dos pantallas instaladas en el exterior del templo ante la imposibilidad de acceder al interior. Además del arzobispo de Zaragoza y el cura de la localidad, la misa funeral fue oficiada por uno de los excapellanes de la cárcel de Zuera y miembros de los Padres Pasionistas del colegio San Gabriel de la localidad, centro en el que estudió el regidor y al que estaba estrechamente vinculado.

Mensajes de la Casa Real

En su homilía, el arzobispo destacó que se trataba de un «hombre comprometido con Zuera, con sus gentes» y también con la parroquia. Subrayó su «militancia política con una clara vocación de servicio», que le hizo dedicar su vida al municipalismo durante muchos años, «estando cerca de los vecinos, intentando atender sus necesidades y construyendo nuestra sociedad aragonesa desde una clara vocación municipalista», afirmó.

El presidente en funciones de Aragón, Javier Lambán, leyó al final de la ceremonia los dos mensajes de condolencias enviados por Felipe VI y doña Sofía. En uno de ellos trasladan su «apoyo y cariño con todo afecto» a los familiares. En el otro, transmiten a la corporación zufariense su «sincero pésame» y el «aliento para superar esta perdida tan grande para todos».


«Carismático e inteligente»

Uno de los momentos más conmovedores se vivió después. La única hija de Zubieta, María, rota por el dolor pero mostrando una gran entereza en unos momentos tan duros, tomó la palabra para despedirse de su padre, como a él le hubiera gustado. Además de dar las gracias por el «cariño» que están recibiendo estos días, definió a su padre como una persona «carismática e inteligente» que luchaba por sus objetivos y pasaba todos su proyectos «por unas directrices éticas y honradas sin pasar por encima de nadie».

«Mi padre es referente, es la persona a la que más admiro. No era un adulador, era un padre especial que me enseñaba con el ejemplo», recordó de él con «orgullo». Su «consuelo», apuntó, es que se ha ido «estando en un buen momento de su vida», tanto en el ámbito familiar como en el político. Le prometió que luchará para que su nombre «sea recordado siempre».

Numerosos compañeros del PSOE y del resto de la política aragonesa se sumaron a este adiós que se convirtió en un sentido homenaje. La presidenta de las Cortes, Marta Fernández (Vox), fue una de las primeras en llegar al velatorio. El vicepresidente de la DGA, Arturo Aliaga, y los consejeros, todos ellos en funciones, también estuvieron presentes. Del PP asistieron, entre otros, Octavio López; Ramón Celma, presidente del PP en la provincia; la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca y el presidente de la Diputación de Huesca, Isaac Claver. También se unieron al duelo el líder de IU, Álvaro Sanz, y representantes de los municipios franceses hermanados con Zuera. En una procesión más privada, familiares y personas de su entorno más cercano acompañaron a Luis Zubieta hasta su última morada. 

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