Chueca promete "gobernar para todos" y una ciudad "que brille en España y Europa"
La nueva alcaldesa evita a Vox en su discurso y anuncia "diálogo" con los partidos y acuerdos con la DGA.
"Una ciudad líder que brille en España y Europa". Con la promesa de una Zaragoza efervescente "donde pasen cosas" y que atraiga "inversiones y talento", Natalia Chueca recogió este sábado el bastón de mando como nueva alcaldesa de la capital aragonesa. Lo hizo solo con los votos de su partido, el PP, lo que le abre la senda de un gobierno que, pese a su holgada victoria electoral, está a un concejal de la mayoría. Sin citar en ningún momento a Vox, la regidora se comprometió a construir "un gobierno para todos" en el que "el diálogo y la escucha» permitan "generar consensos" para desarrollar su programa.
En una sesión de investidura sin sorpresas, los partidos con representación municipal votaron a sus candidatos, por lo que ninguno logró la mayoría absoluta. Por tanto fue proclamada Chueca, la candidata del PP, la lista más votada con 15 concejales frente a los 10 del PSOE, los 4 de Vox y los 2 de ZEC.
Tras recoger los distintivos del poder municipal y jurar el cargo, Chueca perfiló los ejes de su propuesta política. No tardó en citar a su antecesor y mentor político, quien promovió su carrera a la alcaldía. "Mi gratitud eterna a Jorge Azcón", dijo Chueca del ya exalcalde. "Ha marcado mi vida y la de esta ciudad", añadió.
Reiteró el mensaje de continuidad con el que se ha guiado desde su designación como candidata en enero. "No partimos de cero. Tengo la fortuna de recibir un magnífico legado con una ciudad en transformación", declaró. Consciente de que el gobierno actual estará en minoría (el anterior tenía 14 ediles, a dos de la mayoría, y este nace con 15) se comprometió a ejercer el cargo "desde el diálogo permanente" con el resto de grupos. Lo hizo sin mencionar a Vox, en línea con la estrategia de distancia con la extrema derecha que ha establecido el PP de Feijóo y que Azcón, como líder regional, está aplicando en Aragón.
"Tenemos la responsabilidad compartida de buscar puntos de encuentro y, para ello, tiendo la mano desde el primer día", afirmó. Habló de "tejer consensos" y de "aparcar la crispación" y reclamó "una oposición constructiva". Pero Chueca no circunscribió la mano tendida a la vida interna del Consistorio. Al calor de los resultados electorales, que le han dado una amplia victoria al PP tanto a nivel local como autonómico, quiso extender la dinámica del acuerdo a la sociedad civil y a otras administraciones públicas, especialmente al Gobierno de Aragón, que si fructifican las negociaciones actualmente en marcha tendría a Azcón como presidente.
Por eso llamó a poner fin a los "enfrentamientos" vividos en los últimos años entre el presidente Javier Lambán y los alcaldes de Zaragoza (primero Pedro Santisteve y después Azcón). "Zaragoza necesita a Aragón y Aragón, a Zaragoza", proclamó.
La alcaldesa ha prometido “diálogo permanente” con el resto de grupos municipales para construir una Zaragoza “referente en España y Europa” por su compromiso con la sostenibilidad. También para sacar adelante proyectos como la nueva Romareda o la Ciudad del Deporte.
Por eso, Chueca se comprometió a "reactivar de inmediato la comisión bilateral" que reúne al Gobierno de Aragón y al Ayuntamiento para resolver sus problemas y que lleva meses sin convocarse por la fuerte tensión de las dos instituciones. "Este es el espacio donde dará sus frutos la sintonía personal y política que me une al próximo presidente", dijo.
Avanzó algunos de los temas que estarán sobre la mesa: vivienda, urbanismo, medioambiente (Zaragoza sigue pendiente del sellado del vertedero y de financiación de sus obras de depuración), La Romareda, la Ciudad del Deporte (se proyecta en suelos de la DGA) o de la atracción de nuevas inversiones.
Chueca hizo extensiva esta oferta de diálogo al área metropolitana y a las ciudades de Teruel y Huesca, que van a estar también controladas por el PP. La colaboración con el sector privado fue otra de las estaciones de su "hoja de ruta".
"Moderación y centralidad"
La alcaldesa desgranó su programa político, que está redactado "desde la moderación y la centralidad". Empezó por la cuestión de la hacienda local y se comprometió a mantener el control de la evolución de la deuda (que se ha reducido casi 400 millones en los últimos ocho años) y "exprimir al máximo la competitividad fiscal", sin avanzar medidas concretas.
Sí citó el regreso del programa Volveremos, que ya ha anunciado que será su primera medida. La atracción de empresas, con la creación de una oficina de proyectos estratégicos y proyección exterior que dependerá directamente del área de Presidencia, fue el único detalle que dio de su nueva estructura de gobierno, que se dará a conocer este lunes.
Chueca anunció que mejorará el gasto social y que se crearán nuevos centros y comedores de mayores, así como aulas en las escuelas infantiles para niños con necesidades educativas especiales. También habló de vivienda, con la construcción de 500 viviendas ya en fase de proyecto y otras 4.000 en los próximos ocho años, de la mano de los acuerdos con la DGA, institución con la que prometió "una política común".
Reiteró algunos de sus compromisos en movilidad, como el futuro bus circular y la renovación de la flota o el nuevo servicio de alquiler de bicicletas, aunque no citó la reordenación de líneas. La puesta en marcha de la contrata de limpieza y las mejoras en las de parques fueron otros aspectos relevantes, así como la política de obras (avenida de Navarra) y equipamientos (piscinas de La Almozara o del distrito Sur, por ejemplo). La seguridad, con más policías y la ampliación de la videovigilancia, fue otra de sus apuestas.
Distancia con Vox
Se separó de Vox, llamado a ser su socio prioritario, al defender "seguir avanzando en las políticas de protección a las mujeres víctimas de violencia de género" y la incorporación al sistema Viogén de la Policía Nacional. También reafirmó su "firme compromiso" con la sostenibilidad medioambiental y la lucha contra el cambio climático. Y enarboló la bandera de los grandes eventos, como los festivales de la plaza del Pilar o el Wizink Center, que rechaza la extrema derecha.
Cerró su discurso con sus proyectos estrella: La Romareda y la Ciudad del Deporte, piezas básicas del proyecto del Mundial 2030 y la capital europea del deporte en 2026 y de su estrategia de captación de grandes eventos. Aseguró que "todavía existe margen para reconducir la situación política y devolver la sensatez" con el nuevo estadio, en referencia al PSOE.
