Natalia Chueca, nueva alcaldesa de Zaragoza: más de 300 personas en una investidura de la era Instagram
La nueva regidora transmitió en directo su discurso a través de esta red social en un salón de plenos que se quedó pequeño con 220 invitados.
Más de 310 personas –entre ellas 220 invitados, 62 periodistas y una treintena de trabajadores municipales– estuvieron este sábado pendientes de una investidura ‘actualizada’ a la era Instagram. El discurso de Natalia Chueca pudo seguirse en directo a través de su propio perfil en esta red social, donde también dejó un primer mensaje como alcaldesa para agradecer el apoyo recibido. "A partir de mañana nos ponemos a trabajar para hacer realidad el programa con el que nos presentamos a las urnas. Hoy vamos a celebrarlo", afirmó.
El salón de plenos se quedó pequeño para ver su toma de posesión, con invitados como la expresidenta de Aragón, Luisa Fernanda Rudi o el hasta este sábado alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón.
También estuvieron el diputado electo Roberto Bermúdez de Castro y Eloy Suárez, diputado nacional en la pasada legislatura, además del nuevo delegado del Gobierno, Fernando Beltrán; el arzobispo de Zaragoza, Carlos Escribano; el presidente del TSJA, Manuel Bellido; el delegado de Defensa, Conrado Cebollero; el general de la Base Aérea, Santiago Ibarreta; el jefe de zona de la Guardia Civil, Francisco Javier Almiñana, y el director de la AGM, Manuel Pérez López, entre otros.
Hubo, pese a todo, notables ausencias, como la del exalcalde Santisteve o la de la hasta ahora concejala de Hacienda María Navarro, Tampoco hubo representantes de Cs, Podemos y CHA, mientras que el único por parte del Gobierno de Aragón fue el consejero de Educación en funciones, Felipe Faci.
Quienes no se perdieron un detalle fueron Fidel, Álvaro y Lucía –los tres hijos de la alcaldesa–, su madre y su marido Álvaro. El primero se convirtió en un protagonista inesperado con su espontaneidad y sus saludos a cámara. No fueron, en todo caso, los únicos familiares en la sala, ya que la nueva regidora estuvo arropada por el exjugador y exentrenador zaragocista Víctor Muñoz, que es su tío.
La propia Chueca –que eligió para la ocasión a un diseñador de la tierra, con un traje de chaqueta y pantalón de flores de la firma Berduque, de Antonio Gallego– pudo comprobar de primera mano el peso del poder al coger un bastón de mando que parecía pesar más de lo esperado.
La suya fue una investidura sin sobresaltos y sin la tensión de hace cuatro años, cuando todo el mundo estuvo pendiente de Vox. Tanto que hasta hubo tiempo para la distensión con momentos como el protagonizado por Lola Ranera, que bromeaba con que estaban "ahí, ahí" conforme avanzaba el recuento e iban apareciendo las papeletas socialistas.
Al desfile inicial con los acordes de la marcha de la ciudad y la formación de la mesa de edad le siguió una toma de posesión sin giros de guion. La mayoría de los concejales juraron o prometieron su cargo siguiendo una fórmula que el socialista Alfonso Gómez Gámez trató de recitar de memoria con algún tropiezo y que los ediles de ZEC decidieron personalizar. Elena Tomás lo hizo por imperativo legal y sin renunciar a sus principios republicanos, por los que luchó y falleció su bisabuelo, y Suso Domínguez reclamó un mundo "en el que seamos socialmente iguales", prometiendo lealtad "a la jefatura del Estado", sin mencionar al Rey. Al final, foto de grupo y cóctel para iniciar una nueva corporación municipal.
