Detenido en Calatayud por amenazar con un cuchillo a dos compañeros de piso que le reprocharon no pagar el alquiler
Sorin M., de 53 años y bajo los efectos del alcohol, le propinó un puñetazo a uno de ellos para después sacar el arma de grandes dimensiones.
Agentes de la comisaría de la Policía Nacional en Calatayud detuvieron sobre las once de la noche de este martes a Sorin M., de 53 años de edad, tras amenazar con un cuchillo de grandes dimensiones a dos de sus tres compañeros de piso, vivienda localizada en el llamado edificio Congreso, en plena plaza del Fuerte de la ciudad bilbilitana. Según fuentes conocedoras de lo ocurrido, la discusión comenzó sobre las unas dos horas antes, momento en el que se empezaron a oír fuertes gritos, golpes y movimiento de muebles.
Como detallan desde la Policía, las víctimas, de 46 y 47 años y también de nacionalidad rumana, fueron los que llamaron a la sala del 091 pidiendo ayuda y desde allí se mandaron varias dotaciones al inmueble, que se encuentra a poco más de 100 metros de su sede. Antes, el propio detenido, en el desarrollo de la discusión y bajo los efectos del alcohol, ya había propinado un puñetazo a una de estas personas en el rostro. Acto seguido, acudió a la cocina y sacó el arma blanca. "Pensábamos que se iban a matar", reconoce una persona del vecindario.
Las broncas, aseguran, se venían repitiendo durante los últimos dos meses. Esas disputas, explican fuentes del entorno, se iniciaron esta última vez cuando los amenazados le reprocharon al agresor que no estaba pagando las cuotas que ellos sí le abonaban a él. Según ha podido confirmar este periódico, los arrendadores de la vivienda habían iniciado el proceso de desahucio ante los impagos del inquilino que figuraba como titular del contrato.
El detenido, del que la Policía Nacional explica que no constan antecedentes, ha pasado este miércoles por la mañana a disposición del Juzgado de Instrucción Nº1 de Calatayud, donde ha prestado declaración y en el que la magistrada ha decretado la libertad provisional. El juicio rápido se celebrará el martes que viene. Por su parte, el resto de inquilinos, que tenían la opción de quedarse en la vivienda y habían llegado a pedir una orden de alejamiento, han entregado las llaves y se han marchado del edificio.
