tribunales

Un hombre se juega 4 años de cárcel en Zaragoza por revelar el resultado de una PCR

Su exmujer lo acusa de descubrimiento de secretos por utilizar información confidencial sin permiso para intentar conseguir la custodia de su hija en un proceso de divorcio.

Prueba PCR en el centro de salud del Arrabal
Imagen de archivo de una prueba PCR.l
Francisco Jiménez

Cuatro años de prisión y otros cuatro de inhabilitación para ejercer la patria potestad de su hija. Esa es la condena que una mujer solicitó ayer para su exmarido por recoger sin permiso los resultados de su prueba PCR y valerse de esa información médica confidencial para intentar conseguir la custodia de la menor, de cinco años.

Como la querellante, la Fiscalía acusa a D. G. de un delito de revelación de secretos, pero propone un castigo menor: dos años de cárcel sin retirada de la tutela, curatela, guarda y acogimiento.

La defensa a cargo de la letrada Xenia Cabello, sostiene que lo único que hizo el hombre fue preocuparse de la salud de la pequeña en plena ola de covid y que tras esta acusación solo hay un empeño de la madre de apartar a su exmarido de la niña. Recuerda que la mujer ya intentó hacerlo antes con una denuncia por violencia de género de la que fue absuelto: primero por el Juzgado de lo Penal número 9 de Zaragoza y después, por la Audiencia Provincial.

Los hechos que sentaron en el banquillo de los acusados a D. G. se remontan al 23 de octubre de 2020, fecha en la que acudió a una clínica privada de la capital aragonesa para solicitar los resultados de la prueba PCR que habían hecho a su hija tras el ingreso en la uci de su abuela materna. Sin embargo, en aquella visita le entregaron también los resultados del análisis de su esposa, con la que todavía seguía legalmente casado pero con la que ya no convivía.

Las acusaciones consideran que fue el propio encausado quien, sin permiso de la mujer y por iniciativa propia, pidió el informe de la prueba de la madre de la niña facilitando su nombre, apellidos y DNI. Según estas, al abrir el sobre y conocer el resultado de dicha PCR, dos días después el hombre se presentó en el Juzgado de Violencia Sobre la Mujer que dirimía el procedimiento de divorcio contencioso –porque ella lo había denunciado ya por los presuntos malos tratos de los que luego fue absuelto– e instó la adopción de medidas urgentes. En concreto, que el juez le permitiera cuidar de su hija –que había dado negativo– para evitar un posible contagio.

No acusa a la clínica

Durante el juicio celebrado ayer, el acusado negó haber pedido el resultado de la PCR de su mujer y aseguró que fue la clínica la que se lo facilitó en el mismo sobre que el de su hija. Sobre esta cuestión, según fuentes jurídicas, la responsable de atención al paciente del centro médico explicó que cada informe se entrega siempre en un sobre cerrado distinto. Pero no descartó la posibilidad de que pudiera haber fallado el protocolo. En un primer momento, la querellante acusaba también del delito de revelación de secretos a la clínica, pero, al final, solo mantuvo los cargos contra su expareja. De ahí que las dos empleadas que comparecieron en la vista lo hicieran solo en calidad de testigos.

La acusación particular, a cargo de la abogada Noelia Liroz, considera que el objetivo del acusado al aportar la prueba PCR de su clienta en el juzgado era perjudicarla en el proceso de divorcio, razón por la que también solicita una indemnización de 10.000 euros. La defensa preguntó a la querellante por qué tardó un año en denunciar a su exmarido por la presunta revelación de secretos y lo hizo justo después de que la Audiencia de Zaragoza lo absolviera de la denuncia de malos tratos. A lo que la mujer contestó que quería hacer las cosas poco a poco. Será ahora la titular del Juzgado de lo Penal número 8 quien dicte sentencia.

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