zaragoza

PP, Cs y Vox impulsan la operación Romareda, mientras que la izquierda les acusa de "privatizar" el estadio

El PSOE ha ofrecido un acuerdo si se acepta una concesión a 40 años en lugar de 75, pero Serrano asevera que lo único que buscan es retrasar el proyecto.

Victor Serrano, en el centro, en los minutos previos a la comisión de Urbanismo de este jueves.
Victor Serrano, en el centro, en los minutos previos a la comisión de Urbanismo de este jueves.
Miguel G. García/Ayuntamiento de Zaragoza

Tras un debate tenso y denso en la comisión de Urbanismo, los votos de PP, Cs y Vox han sido suficientes para sacar adelante este jueves la modificación del Plan General de Ordenación Urbana de Zaragoza más importante del mandato del alcalde Jorge Azcón: la que está llamada a posibilitar la construcción de una nueva Romareda después de tres proyectos fallidos

Y lo ha hecho con el rechazo del Gobierno de Aragón, que cree que esta alteración del planeamiento es "ilegal", y de la izquierda, que ha considerado que el gobierno municipal “privatiza” el nuevo estadio. La decisión tendrá que ser ratificada este miércoles por el pleno del Ayuntamiento de Zaragoza.

¿Qué es lo que se aprobaba exactamente? Por un lado, la modificación agrupa en una sola parcela los usos deportivos y terciarios que ya existían tanto en el solar del campo como en uno anexo, de usos terciarios. En concreto, se incorporan al campo de fútbol 20.500 metros cuadrados calificados de los 42.500 que había junto al estadio. Esta superficie, sumada ya a 2.000 metros cuadrados presentes en la actual Romareda y que estaban sin utilizar, hacen los 22.500 metros cuadrados que sostienen el modelo de financiación del campo.

Cesión a 75 años

Por otro lado, se acepta una propuesta del Real Zaragoza de que la calificación final del solar sea sistema general de uso privado y no público como en la actualidad. De este modo se posibilita la cesión del estadio durante 75 años mediante un derecho de superficie, en lugar de plantear una concesión a 40 años como se había previsto en un principio. Según el club, con 40 años la operación es inviable, dado que no se puede acceder a la financiación de los fondos de inversión.

La comisión además ha rechazado las alegaciones formuladas, entre ellas tres del Gobierno de Aragón, que defiende que la aprobación definitiva de la operación corresponde al Consejo Provincial de Urbanismo, una entidad dependiente de la administración autonómica, al tratarse de una modificación “sustancial” del planeamiento urbanístico. Además, la DGA considera que el Consistorio ni siquiera tiene capacidad de alterar el planeamiento, por no haber presentado un texto refundido del PGOU como le ha solicitado la DGA en reiteradas ocasiones.

[[[HA ARCHIVO]]] Id: 2021-2875139 Fecha: 08/10/2021 Propietario: Heraldo de Aragón Autor: MESTRE, GUILLERMO descri: Vista de La Romareda, vacía. Recurso
Vista de La Romareda, vacía. Recurso

El concejal de Urbanismo, Víctor Serrano, subrayó el "interés público" de esta modificación y la "transparencia" que ha guiado el proyecto, con un proceso participativo para decidir la ubicación y dos de exposición pública de la modificación del PGOU. Más allá del deficiente estado en el que se encuentra el edificio, insistió en la «urgencia» en la tramitación de la operación para que Zaragoza cumpla con los plazos fijados por la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y ser elegida como subsede del Mundial 2030.

Eso implica que el planeamiento urbanístico y la licitación de las obras de los nuevos estadios debían estar resueltos en junio. Es más, el concejal de Urbanismo explicó que este miércoles la RFEF se ha puesto en contacto con él para visitar las instalaciones de La Romareda “en próximas fechas”.

Ha negado, como sostiene la DGA, que esta modificación sea “sustancial” y ha desgranado otros casos, como los del hospital de Quirón o la residencia de Pontoneros, en los que la aprobación definitiva correspondió al Ayuntamiento. En ambos quedaban afectados sistemas generales y en el segundo se hacía el mismo cambio que se ha planteado para La Romareda con el objetivo de propiciar un derecho de superficie durante 75 años.

Pero el responsable municipal ha dedicado gran parte de su intervención a cargar contra el informe encargado por el PSOE y que la asociación de vecinos del Arrabal ha presentado como alegación. En opinión de Serrano hay “graves defectos” tanto en los ingresos como en los gastos y ha esgrimido diversos informes encargados por su Área. 

Ha añadido además que los pliegos de condiciones del concurso público seguirán los mismo criterios de transparencia que el resto del proceso y que habrá un plazo “suficiente” de recepción de ofertas para que cualquier empresa pueda presentarse. En este sentido, dijo que la decisión sobre la adjudicación quedará para la próxima corporación. “Es un gesto que no puede ser más democrático. Si la señora Ranera quiere paralizar la Romareda tendrá oportunidad de hacerlo si es alcaldesa”, ha dicho.

La oposición fue dura y coincidente y basculó sobre dos ideas fundamentales: la falta de consenso con la que se aprueba la modificación del PGOU y el concepto de “privatización” del nuevo estadio. En este sentido, el concejal socialista Horacio Royo ha afirmado que el asunto de La Romareda es “el episodio más lamentable” de los cuatro años de corporación y que Serrano “es el triste protagonista de una historia que pudo haber sido un gran acuerdo de ciudad y ha acabado siendo una fuente de crispación y confrontación al servicio de los intereses políticos del señor Azcón y del PP”.

A esto, Horacio Royo sumó la “incertidumbre” jurídica que ha generado, en su opinión la decisión de los responsables de Urbanismo de “desoír” la petición del Consejo Provincial de Urbanismo de presentar un texto refundido del PGOU o que este organismo de la DGA aprobara definitivamente el plan. Ha lamentado que no se haya optado por “una sociedad mixta” para impulsar el campo, ante lo que Serrano ha dicho que ese modelo, que era el preferido del Ayuntamiento, lo frustró el presidente de Aragón, Javier Lambán, cuando se negó a hacer aportaciones económicas al nuevo estadio.

Royo anunció una enmienda para propiciar una concesión demanial a 40 años con el objetivo de votar que sí. Pero después de todo lo que ha llovido con este proyecto, Serrano rechazó el planteamiento, que achacó a lo que considera que ha sido la única intención del PSOE y de la DGA con la nueva Romareda: intentar retrasarla lo máximo posible por motivos electorales.

Pedro Santisteve, de ZEC, ha cargado contra la falta de consenso de la operación y ha lamentado que no se hubiera planteado una remodelación más económica. A su juicio, de este modo se podría haber garantizado el “control público” de la operación.

Fernando Rivarés, de Podemos, ha lamentado que todo el diseño de la operación atienda a los intereses privados. “Renuncian a un proyecto de ciudad y buscan un acuerdo por los intereses económicos de los fondos de inversión”, ha declarado el edil morado, que ha considerado que el proyecto “hace aguas por la parte legal y la económica”.

El apoyo del gobierno ha estado en Vox, que ha incidido en “la mala fe” del Gobierno de Aragón, que ha tenido el propósito de “obstaculizar” la construcción del nuevo estadio. “Es de una obviedad que resulta obscena”, afirmó el portavoz, Julio Calvo, que cargó especialmente contra la reclamación de 3.600 metros cuadrados de acera de la DGA. En este punto, Serrano se mostró dispuesto a llegar a un acuerdo.

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