Zaragoza aprueba este jueves las recalificaciones de Aceralia y del Jesús y María
La decisión se adopta pese a que el Gobierno de Aragón considera que el Ayuntamiento no puede hacer modificaciones del PGOU.
El Ayuntamiento de Zaragoza dejará aprobados inicialmente este mes dos proyectos urbanísticos que supondrán la sutura de dos importantes cicatrices urbanas: la que dejó la factoría Aceralia al dejar hace 20 años el barrio del Picarral y la del antiguo colegio Jesús y María, sin uso desde 1996. Estos dos expedientes se votarán y debatirán en la comisión de Urbanismo de este jueves con el objetivo de que puedan pasar por el pleno municipal la próxima semana.
Por su envergadura y por llevar más de 20 años de bloqueo, el Consistorio promoverá una modificación del Plan General de Ordenación Urbana que permitirá construir un máximo de 850 viviendas, un 61% menos de las 2.400 originalmente previstas, y, desarrollar 32.623 metros cuadrados de zonas verdes, una reivindicación histórica de los vecinos del Picarral. “Es un proyecto de barrio y de ciudad”, ha afirmado el concejal de Urbanismo, Víctor Serrano.
La operación, que el Ayuntamiento anunció el pasado mes de enero junto a la empresa Saica y la Sareb (propietarias actuales de los suelos), supone la transformación de una enorme parcela de 159.000 metros cuadrados. Se han previsto 85 viviendas protegidas y 15.000 metros cuadrados de equipamientos.
Pero no será la única actuación destacada que se aprueba este jueves. También se someterá a debate la recalificación del solar del antiguo colegio Jesús y María. El Ayuntamiento alcanzado el pasado mes de enero un acuerdo con la propietaria de los suelos -8.952 metros cuadrados en pleno centro- para construir allí 160 pisos y un centro cívico para el barrio, valorado en seis millones de euros, que el Consistorio recibirá como compensación económica.
La parcela, ubicada entre la avenida de Goya y la calle de Cortes de Aragón es propiedad de la empresa Wilcox. “Ese vacío urbano, que durante 16 años estaba afeando la zona, al fin será un proyecto de ciudad”, ha dicho Víctor Serrano.
Estas dos recalificaciones llegan en pleno conflicto con la DGA, que considera que el Ayuntamiento no puede aprobar ninguna, dado que no ha presentado ante el Consejo Provincial de Urbanismo de Zaragoza, organismo dependiente de la administración autonómica, un texto refundido del PGOU, que ha sufrido más de 200 cambios desde su aprobación.
Este veto afecta también a la modificación prevista para este jueves del solar de La Romareda. El Ayuntamiento de Zaragoza ha rechazado en varios informes que la no presentación del texto refundido suspenda la competencia a la hora de aprobar modificaciones del Plan General.
