TRIBUNALES
La Audiencia rebaja la pena a otros dos condenados por agresión sexual en Zaragoza
Los tribunales aragoneses han revisado hasta ahora unas 150 sentencias, a falta de confirmar oficialmente, y han reducido 14.
La mayoría de las sentencias a agresores sexuales susceptibles de beneficiarse de una rebaja con el nuevo Código Penal ya han sido revisadas. Aproximadamente, a falta de datos oficiales, han sido unas 150 las que los tribunales aragoneses han analizado –de oficio o de parte– desde octubre de 2022, cuando entró en vigor la ley, y 14 las rebajadas. Y, además, en la mayoría de ellas, la Fiscalía y la acusación particular en su caso, han recurrido las decisiones de las audiencias provinciales ante el Tribunal Supremo, que tendrá la última palabra.
El goteo, no obstante, continúa aunque a un ritmo mucho más lento. Los dos últimos presos que han visto rebajadas sus condenas son Osuman Jagana, sentenciado en 2020 a seis años de prisión por violar a una mujer en la ribera del Ebro en marzo de 2019, y Khalifa Beyé, sentenciado a tres años de cárcel por una agresión sexual en grado de tentativa cometida en 2012. Al primero le han descontado dos años de la pena y al segundo, uno.
En ambos casos, la explicación de las respectivas secciones de la Audiencia de Zaragoza, la Primera y la Tercera, es que en el momento en que fueron condenados la pena que se les impuso era la adecuada para las circunstancias de cada caso y, aplicando ahora el mismo criterio, la que les corresponde es más beneficiosa.
Osuman Jagana fue juzgado en septiembre de 2020 y el tribunal consideró probado que agredió sexualmente a una mujer usando fuerza e intimidación. El reo solicitó la revisión de la condena y se le otorgó un abogado del Turno de Oficio, Carlos Rubio Mazas, que tramitó su petición. Los magistrados de la Sección Tercera le dan la razón.
En su auto explican que por el delito cometido, la pena que se le podía imponer cuando fue juzgado abarcaba una horquilla de seis a doce años y entonces optaron por ponerle la mínima, es decir, seis. Con la ley actual e idéntico hecho delictivo, el arco va de cuatro a doce, con lo cual, le mantiene la mínima y se la deja en cuatro.
Violador reincidente en 2012
Por su parte, Khalifa Beyé fue juzgado en la Audiencia de Zaragoza en junio de 2013 por el robo e intento de agresión sexual sufrido siete meses antes en el Actur por una estudiante de 19 años que regresaba a casa tras haber salido con sus amigas. Según la sentencia, el hombre le puso en el pecho un cuchillo de 13 centímetros de hoja, la tiró al suelo, le robó la mochila e intentó violarla. La joven logró quitarse uno de los zapatos de tacón que llevaba y le golpeó con él en la cabeza varias veces, hasta que se lo quitó de encima y escapó.
La Sección Primera de la Audiencia lo condenó a once años de cárcel, tres de los cuales eran por la agresión sexual en grado de tentativa, agravado por el hecho de utilizar un arma, y el resto por los robos con intimidación.
Cuando se celebró el juicio, el Código Penal preveía para un hecho así un castigo de entre dos años y medio y cinco años de privación de libertad y los magistrados se inclinaron por ponerle tres. Ahora, la pena establecida para el mismo delito va de uno a dos años (al ser en grado de tentativa) y han decidido imponerle dos, como solicitó su abogada, Carmen Sánchez.
Se da la circunstancia de que un año después la Audiencia lo volvió a condenar a nueve años por un ataque similar sufrido por una mujer en el parque de la Aljafería en septiembre de 2012.
