servicios públicos
El parque Miraflores de Zaragoza estrena andadores, vegetación y zonas para perros
El Ayuntamiento culmina unas obras de adecuación que han supuesto una inversión de 380.000 euros.
Nueva vegetación, andadores renovados y más zonas de suelta para perros. El céntrico parque Miraflores de Zaragoza, uno de los más utilizados de la ciudad, ha estrenado este lunes su nuevo aspecto, tras unas obras de rehabilitación que han supuesto una inversión de 380.000 euros y que, según ha afirmado la concejal de Servicios Públicos, Natalia Chueca, tendrán continuación en una segunda fase. También se ha cambiado el mobiliario urbano y el sistema de riego y los paseos de gravilla se han adecuado y mejorado.
El Ayuntamiento de Zaragoza ha acometido los trabajos a través de la contrata de mantenimiento de los parques y jardines, que gestiona la empresa FCC, y se han centrado en su zona más envejecida, entre el camino de las Torres y la calle de Uncastillo. Entre otras cosas, se ha intervenido en los parterres para evitar los charcos que se generaban anteriormente, que acabaron deteriorando los andadores, y se han vuelto a sembrar las praderas de césped, que se encontraban muy dañadas, y se han plantado nuevos arbustos. Igualmente, se han reparado las zonas de paso y las pérgolas y se ha colocado nueva señalética, así como bancos, papeleras y mesas de juego.
Por otro lado, como ha contado la edil, el sistema de riego se ha sustituido por otro más sostenible, que se gestiona de manera telemática y permitirá una mayor uniformidad y eficiencia y un importante ahorro de agua. Además, se han creado cuatro zonas de esparcimiento canino, cada vez más demandadas, según ha dicho Chueca, "tanto por los propietarios de mascotas como por aquellas personas que desean disfrutar del parque sin tener que estar pendientes de la presencia de perros".
Estas zonas, un perímetro vallado con papeleras, fuentes específicas en las dos más grandes e indicaciones para sus usuarios, "permitirán mejorar la convivencia y también el bienestar de las mascotas, que pueden estar sueltas y seguras en su interior". Sustituirán a los antes conocidos como 'pipicanes', según indican desde Servicios Públicos, una "denominación obsoleta que nada tiene que ver con los objetivos que persiguen estos nuevos espacios".
Los dos más grandes están pensados para perros más activos y de mayor tamaño, mientras que los de menor superficie son para animales más pequeños, que necesitan menos sitio para correr y jugar. Todos sus perímetros se han cerrado con un vallado de 1,5 metros de altura.
