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Ya hay procesionaria en Zaragoza: qué es y qué peligros tiene su picadura
Las altas temperaturas y la escasez de lluvias están provocando un adelanto progresivo de la aparición de plagas en la capital aragonesa.
La oruga procesionaria, también conocida como 'oruga del pino' es muy sencilla de reconocer por la forma en la que se desplazan, ya que, tras descender de los árboles, una detrás de la otra, forman una larga hilera que recuerda a las procesiones, de ahí su nombre.
Pero esa imagen, que resulta curiosa de ver y que tanto llama la atención, sobre todo de niños y mascotas, puede llegar a ser muy peligrosa para la salud. De hecho, con tan solo rozar los tricomas, esos pequeños pelitos que rodean a la oruga, se pueden desarrollar desde urticarias hasta graves afecciones respiratorias, pudiendo causar hasta la muerte en animales.
Cómo se forma la procesionaria
En verano, las mariposas se aparean y depositan sus huevos en las copas de los pinos. Cuando nacen las orugas, construyen nidos o bolsones de seda para refugiarse del frío del otoño y del invierno. Sin embargo, cuando las temperaturas comienzan a subir, las orugas descienden en fila hasta el suelo.
Es precisamente en ese estado de su metamorfosis, antes de convertirse en crisálida, cuando resultan peligrosas. Debido al calentamiento global, la aparición de la oruga del pino ocurre cada vez con más antelación y puede empezar en cualquier momento desde finales de enero hasta principios de abril.
Es lo que ha ocurrido en Zaragoza, donde "ya tenemos muchos casos desde principios de este mes de febrero y con los que han de tener especial cuidado los más pequeños y los perros", confirma Amaya de Torre, de la Clínica Veterinaria Hispanidad.
"A los canes se les meten los pelos de la procesionaria en la nariz y los ojos con gran reacción inflamatoria loca que también les puede ocurrir en la boca y la garganta", comenta la experta.
"En estos casos lo que hay que hacer es lavar con agua bien fría la zona afectada para que baje la inflamación y si hay reacción hay que llevarlo al veterinario, evitando que se chupen", dice Amaya de la Torre.
"Sabrás que tu perro ha estado en contacto con una oruga procesionaria si presenta hipersalivación, reacción alérgica, inflamación o enrojecimiento de la lengua, nerviosismo, malestar o problemas para respirar", añade la veterinaria.
Cómo prevenir el contacto con orugas procesionarias
Desde el Ministerio de Sanidad han lanzado una serie de recomendaciones para prevenir las consecuencias de estar en contacto con estos invertebrados:
- No pasear por zonas con pinos afectados por este insecto.
- Si se tiene que transitar por estas zonas, cubrirse la mayor parte del cuerpo con gorra y gafas.
- Evitar frotarse los ojos.
- Tras el paseo, ducharse y lavarse la cabeza lo antes posible y lavar la ropa utilizada.
- Supervisar con atención los movimientos de los niños y las mascotas durante el paseo.
Qué hacer si nos pica la oruga del pino
Si una persona entra en contacto con los tricomas, la medida más efectiva, según los expertos, es aplicar frío local, con compresas húmedas o directamente con agua, pero sin frotar para no diseminar los pelillos e irritar más la piel. Otras opciones son:
- Aplicar una crema con corticoide, que va bien para la dermatitis irritativa.
- Si pica mucho, tomar un antihistamínico oral.
- Si la reacción es muy intensa o extensa o está en los ojos, acudir a un médico.
