Así es la nueva calle San Miguel de Zaragoza tras su intensa reforma
La céntrica arteria zaragozana reabre por completo tras casi un año de obras en el centro de la ciudad.
El Ayuntamiento de Zaragoza continúa con su particular 'tournée' de inauguraciones. Si ayer fue el turno de Sixto Celorrio, este miércoles ha sido la céntrica calle San Miguel la que muestra ya a los ciudadanos su nuevo y remozado aspecto. Ha sido casi un año de obras y una inversión superior al millón de euros que ha permitido, en línea con el resto de reformas integrales que se están impulsando desde el área de Infraestructuras, crear una vía con más espacio para el peatón que anime a pasear por ella.
En concreto, se ha intervenido en el tramo entre las calles de Jerónimo Blancas y Comandante Repollés, que ahora es de plataforma única, con calzada y aceras situadas al mismo nivel. Así, se ha obtenido una San Miguel sin barreras arquitectónicas y en la que también se han instalado elementos vegetales, de los que hasta el momento carecía, con el objetivo, indican desde el Consistorio, de "mejorar su calidad ambiental".
Aunque la prioridad, tal y como ha destacado el alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, era acabar con el "estado lamentable" en el que se encontraba. "Era de las calles que más merecía una renovación integral, el firme era una auténtica montaña rusa", ha rememorado el regidor, que ha hecho hincapié en que tras las obras "ha cambiado radicalmente". "Es mucho más atractiva de lo que era en el pasado", ha defendido, ya que muestra un aspecto más "moderno, seguro, amigable y sostenible".
La renovación ha permitido ampliar el espacio para pasear y hacerlo totalmente accesible. La plataforma única, como han explicado desde el área, se ha pavimentado con losas grises e incorpora señalización podotáctil en tonalidades más oscuras para las personas con dificultades de visión. Asimismo, se han instalado grandes maceteros con arbustos y plantas de temporada. Así es la nueva calle San Miguel de Zaragoza tras su intensa reforma. No se ha podido colocar arbolado de mayores dimensiones, ya que lo impide la normativa de Bomberos al ser una calle de apenas 7,5 metros de ancho.
También se han colocado bancos integrados en los maceteros, elaborados en chapa de acero, hormigón y madera. Hasta ahora tampoco había ninguna zona de descanso a lo largo de la calle.
Esta era una de las reformas integradas en la denominada por el gobierno municipal PP-Cs como operación calles y, a excepción de la avenida de Navarra, la única que quedaba ya por inaugurar. Azcón ha recordado que estos trabajos han tenido una especial "complejidad técnica", ya que para renovar el saneamiento ha sido necesario excavar a 5,5 metros de profundidad en una vía que, además, es significativamente estrecha.
La mala calidad del terreno también complicó la renovación de las tuberías de saneamiento, ya que no fue posible utilizar gran maquinaria y hubo que actualizar las técnicas de trabajo a lo largo de la obra.
Junto a la red del subsuelo, se ha sustituido todo el alumbrado público, lo que, según indican desde Infraestructuras, va a permitir reducir un 65% el consumo energético gracias a la instalación de tecnología led. Además, se han eliminado las farolas de las fachadas que ocasionaban luz intrusa en las viviendas.
El alcalde ha agradecido la paciencia de vecinos y comerciantes, y ha recordado que se apostó por ir abriendo la calle por tramos para tratar de que, al menos las primeras zonas, pudieran estar abiertas durante la campaña de Navidad. "Todas las obras generan inconvenientes pero al final el resultado salta a la vista", ha apuntado. Asimismo, ha reivindicado la inversión que se ha llevado a cabo durante este mandato en este tipo de actuaciones, que alcanza los 20 millones de euros, "diez veces más", según ha dicho, que en el anterior gobierno.
También ha hecho hincapié en la necesidad de invertir en mantenimiento. Y, por ello, ha informado de que el gobierno PP-Cs prevé destinar este año un millón de euros a una operación asfalto especial.
Cambios en la movilidad por la renovación de San Miguel
Asimismo, para dar prioridad al peatón y mejorar la seguridad vial, se han adoptado diferentes medidas que reducirán el tráfico de paso por San Miguel. Únicamente se puede circular entre Hermanos Ibarra y Sancho y Gil, mientras que el acceso entre ésta última calle y Santa Catalina queda restringido a los garajes autorizados. La calzada de los cruces se ha elevado para obligar a los vehículos a frenar cuando accedan a San Miguel.
Además, el servicio de Movilidad ha cambiado el sentido de circulación de Sancho y Gil y el de Arquitecto Magdalena y Santa Catalina para facilitar el acceso a garajes desde la plaza de Los Sitios.
