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La familia de un paciente que murió esperando ser operado de corazón demanda al Salud

El zaragozano, de 61 años, fue dado de alta el 23 de diciembre de 2021 y enviado a casa, donde falleció en febrero de 2022.

Exterior del Hospital Universitario Miguel Servet
Exterior del Hospital Universitario Miguel Servet
Francisco Jiménez

La familia de un zaragozano que falleció esperando ser operado de corazón ha demandado al Servicio Aragonés de Salud por considerarlo responsable de su muerte. Los afectados entienden que el paciente debería haber estado hospitalizado mientras esperaba la intervención, pero fue dado de alta el 23 de diciembre de 2021 y enviado a su domicilio, donde lo encontró muerto el 4 de febrero de 2022 la persona que iba a su casa para hacer las tareas del hogar.

El zaragozano Enrique C. A., de 61 años, tenía concedida una incapacidad absoluta por problemas cardiacos pero llevaba una vida tranquila y normal. El 3 de diciembre de 2021 acudió al Hospital Miguel Servet para visitar a un hermano que estaba ingresado por haber sufrido un grave accidente al quedar atrapado por las puertas del servicio de Rehabilitación del mismo centro sanitario. El hombre se encontró con que los ascensores estaban estropeados y decidió subir a pie, pero al llegar al segundo piso perdió el conocimiento. Enrique C. A. fue atendido en ese momento por los sanitarios, trasladado al servicio Urgencias e internado hasta el 23 de diciembre.

Durante ese periodo de tiempo, los médicos le hicieron distintas pruebas, entre ellas un cateterismo, aunque le dijeron que tenían que operarle para hacerle una revascularización, ya que tenía lesiones coronarias significativas que le afectaban al tronco coronario izquierdo y a tres vasos. El paciente se mostró conforme e incluso firmó el protocolo de intervención quirúrgica con prioridad "preferente".

Sin embargo, el 23 de diciembre, debido a problemas de espacio, según la familia, fue dado de alta y enviado a casa pendiente de la operación. A lo largo del mes de enero le practicaron algunas pruebas, como placas de rayos X y el 1 de febrero lo vio el servicio de Anestesia. Pero la intervención nunca se hizo y el 4 de ese mes falleció a causa de los problemas cardiacos que sufría.

"Falta de medios"

Los afectados creen que Enrique C. A. nunca debió salir del hospital sin haber sido operado, independientemente del resultado que hubiera tenido, y que no recibió la atención adecuada por razones de gestión del servicio del Miguel Servet. "Él autorizó la intervención y si no se llevó a cabo no fue por su culpa, sino por la falta de medios del hospital público", señalan.

En la demanda, presentada por la abogada Elisa Cardona, inciden en que "a pesar de la caótica gestión de la pandemia, lo más importante era, conforme así lo ha previsto el Tribunal Supremo, el derecho a la integridad física y moral de las personas".

Por esa razón ahora han presentado una reclamación patrimonial contra el departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón, ya que consideran que el daño sufrido fue consecuencia del mal funcionamiento de los servicios públicos. "Enrique C. A. murió sin haberle intervenido quirúrgicamente, lo cual le podía haber salvado la vida o, por lo menos, haber seguido viviendo unos cuantos años más", manifiestan sus allegados.

"Fue la propia administración quien entendía la necesidad de practicar la intervención quirúrgica. Sin embargo, a causa de las listas de espera, no se llegó a realizar al haber fallecido con anterioridad", añaden.

Enrique C. A. era viudo y no tenía hijos, pero sus hermanos –uno de ellos discapacitado ahora por el accidente de las puertas– y sus sobrinos reclaman indemnizaciones por diferentes conceptos que suman cerca de 150.000 euros.

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