Interceptado el conductor de un bus urbano de Zaragoza que iba bebido

Un pasajero dio la voz de alarma a la Policía al observar una conducción anómala. Avanza ha abierto ya un expediente disciplinario.

Un autobús urbano.
Un autobús urbano.
Guillermo Mestre

La sospecha de un pasajero de un autobús de la línea 38 de Zaragoza sobre la forma de conducir del chófer y su posterior llamada a la Policía Local permitió descubrir este viernes que el conductor había bebido antes de ponerse al volante. El pasajero informó de que el profesional conducía por la calle de San Juan Bosco de forma "anómala" y decidió bajarse y avisar al 092.

Agentes motorizados se acercaron al lugar e interceptaron el vehículo poco después y, al someter al chófer a la prueba de alcoholemia, comprobó que dio una tasa positiva, aunque sin superar la penal. De entrada, la infracción acarreará al conductor una sanción administrativa, aunque la empresa de autobuses Avanza ya anunció este viernes que el trabajador ha sido apartado del servicio y le ha abierto un expediente disciplinario. La compañía dijo que va a investigar los hechos y quiso dejar claro que, en cualquier caso, se trata de un trata de "un comportamiento aislado que no representa al colectivo de conductores que presta servicio en la ciudad".

Los hechos se produjeron en torno a las 7.40. Los motoristas comprobaron que el vehículo se movía de forma errática y decidieron practicar la prueba de etilometría, en la que arrojó un resultado superior a los 0,15 miligramos de alcohol por litro en aire espirado que fija el Reglamento General de Circulación para los conductores profesionales. A partir de ese momento, los pasajeros hicieron transbordo y siguieron viaje en otros autobuses de la misma línea y los agentes inmovilizaron el vehículo hasta que llegó otro conductor de Avanza y se hizo cargo del mismo. La empresa concesionaria informó de que, a través de su servicio médico, realiza regularmente campañas de concienciación sobre los riesgos del consumo de alcohol y estupefacientes, que incluyen la difusión de material informativo y audiovisual entre sus trabajadores.

Hace justo una semana el Ayuntamiento informó de que la Policía Local había multado en dos meses a 37 autobuses urbanos por exceso de velocidad. El resultado era fruto del incremento de la vigilancia sobre los autobuses urbanos de la ciudad a causa de los atropellos mortales registrados a finales de 2022, un año que cerró con las peores cifras de fallecidos (diez) en más de una década. A raíz de estos datos, el ayuntamiento decidió crear un grupo de trabajo centrado en la siniestralidad en el transporte público que tiene por delante el reto de analizar las causas de los accidentes en los que se han visto involucrados los autobuses (los tres en pasos de peatones con semáforos en ámbar).

Además, el Consistorio continúa trabajando en la elaboración del plan de seguridad vial. Actualmente, las mesas técnicas trabajan para elaborar las diferentes medidas con el objetivo de disminuir los accidentes mortales.

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