zaragoza

Los colectivos del Luis Buñuel se encierran en el edificio para evitar el desalojo

Decenas de personas se concentran en la plaza Santo Domingo para mostrar su apoyo al centro social mientras el Ayuntamiento espera la orden judicial.

Algunas de las personas que han pasado la noche en el interior del antiguo instituto, este lunes.
Algunas de las personas que han pasado la noche en el interior del antiguo instituto, este lunes.
Toni Galán

El Buñuel no se ha desalojado. Es lo que están queriendo demostrar este lunes los más de 40 colectivos que forman parte del centro comunitario que utiliza las instalaciones del antiguo instituto con el mismo nombre y que se oponen a abandonar el edificio pese a la orden del Ayuntamiento de Zaragoza para hacerlo. No quieren marcharse porque piensan en todas las personas que se benefician de las diferentes actividades que desde hace años llevan a cabo y consideran que la alta afluencia registrada en las protestas de los últimos días es una prueba irrefutable de que el barrio del Gancho "quiere y necesita un Buñuel".  

Y para dejarle claro al gobierno PP-Cs que pretenden seguir batallando, unas treinta personas llevan desde el domingo por la noche encerradas en el inmueble para rebelarse contra el temido desalojo. Mientras, decenas de personas de todas las edades han desafiado al frío y han pasado desde las seis de la mañana por el desayuno colectivo que se ha convocado en la plaza de Santo Domingo situada enfrente para, al grito de "Azcón, escucha, el Buñuel está en la lucha" y entonando el 'Canto a la libertad' de Labordeta, dar cuenta de su apoyo al proyecto.

Lo han demostrado, porque desde primera hora, pese a que los termómetros apenas superaban los cero grados de temperatura, han sido varios los vecinos y trabajadores de los comercios cercanos que, pese a no formar parte del centro comunitario, se han acercado con algo de comer y cargados con termos de café y bebidas calientes. "El apoyo social es inconmensurable, hace dos semanas no nos hubiésemos imaginado semejante alcance", aseguraba Carlota, una de las portavoces del proyecto. "La gente quiere un Buñuel, las más de 40 actividades que se realizan semanalmente, la comida de los sábados, la ropa, la comunidad que se ha hecho con el barrio, con el centro de salud, el instituto, los refugiados ucranianos que vienen para darle una merienda a los niños o aprender español", resumía esta joven.

El Ayuntamiento dio al centro social hasta hoy, 23 de enero, para abandonar el antiguo instituto, pero pese a que la presidenta de la asociación entregó las llaves el pasado viernes, los colectivos han optado por no abandonarlo. Preparaban, según contaron, una "resistencia pacífica" al desalojo policial, que de momento no ha llegado. Según indican fuentes municipales, los agentes y los técnicos ya comprobaron que todavía había personas en el interior del inmueble, por lo que ahora iniciarán un procedimiento ante los tribunales y deberá ser el juez quien autorice las medidas y la Policía Nacional quien las ejecute. 

No obstante, los colectivos han optado por convocar una concentración que al final ha acabado siendo, sobre todo, simbólica. "A estas alturas tanto Azcón como el Ayuntamiento han tenido que escucharnos, a toda la gente que está aquí reivindicando y apoyando, a las 3.000 personas que hubo en la manifestación del sábado. Desde hace cuatro años lo que pedimos es que alguien se siente a hablar con nosotras, y no está sucediendo", han criticado desde la entidad. El domingo enviaron una nueva carta al regidor que tampoco ha tenido respuesta. 

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