zaragoza

¿Qué es el plan de Embarcadero?

17.000 metros cuadrados en el barrio de Casablanca han hecho estallar de nuevo el conflicto entre el Ayuntamiento de Zaragoza y el Gobierno de Aragón.

Vista de la zona de aparcamiento de la calle de Embarcadero de Casablanca
Vista de la zona de aparcamiento de la calle de Embarcadero de Casablanca
Guillermo Mestre

Es un solar de 17.000 metros cuadrados en el barrio zaragozano de Casablanca, pero también el enésimo motivo de enfrentamiento entre el Ayuntamiento de Zaragoza y el Gobierno de Aragón. La tensión que hace ya meses que mantienen ambas instituciones, y que cada vez va a más conforme se acerca la cita con las urnas, ha estallado este viernes en forma de un nuevo conflicto que -previsiblemente- acabará en los tribunales. Al menos así lo ha dicho el consejero de Hacienda de la DGA, Carlos Pérez Anadón, que ha mostrado su intención firme de presentar un contencioso administrativo si el Consistorio no desbloquea esos suelos. Y con esa afirmación ha abierto la caja de los truenos en la plaza del Pilar, desde donde el concejal de Urbanismo, Víctor Serrano, ha hablado de "un ataque sin precedentes" y ha dado por "rotas" las negociaciones sobre este asunto. 

Pero, ¿qué es el plan especial de Embarcadero y por qué trae de cabeza a ambas instituciones? La operación se remonta a los años 80 y ha tenido que superar diversas vicisitudes desde que el Estado cediera en 2010 al Ejecutivo autonómico dos parcelas de ese solar. Allí está prevista la construcción de 186 pisos libres, de los que 111 corresponden a la DGA, 28 al Ayuntamiento y 47 al Gobierno de España. Hubo varias propuestas para ordenar la zona, pero ninguna terminó por salir adelante. Mientras tanto, los vecinos del entorno han estado utilizando ese suelo como espacio de aparcamiento. Y es lo que quieren seguir haciendo. 

A principios de 2022, la asociación del distrito, Tomás Pelayo, entregó 1.200 firmas para que se mantengan las plazas de estacionamiento y, escuchando las reivindicaciones, comenzaron a cambiar los planes, lo que ha supuesto el principal contratiempo político a la operación. Las dos administraciones acordaron que antes de aprobar el plan especial se articularían fórmulas para resolver el terreno del parquin, y el Consistorio comenzó a trabajar en la búsqueda de suelos de cara a una posible permuta. Es decir, para ofrecer a la DGA un terreno de propiedad municipal de similares características y valor donde pudiera construir sus viviendas.   

Ahí es donde estaba el principal foco de desacuerdo, porque el Ayuntamiento acusaba a la DGA de haber solicitado suelos que "triplicaban" el valor que tiene el de la calle del Embarcadero. Y mientras el Gobierno de Aragón decía entender el problema del aparcamiento, pero urgía a aprobar igualmente el plan especial. Así, hasta este viernes, cuando el Ejecutivo de Javier Lambán ha decidido que no va a esperar más. La coalición PP-Cs lo ha considerado "un ataque sin precedentes", ya que era uno de los temas que se estaba negociando en las reuniones técnicas previas al consejo bilateral que se prevé celebrar próximamente. 

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