tribunales

Rebaja de condenas en Zaragoza: el hombre que abusó de su sobrina desde los 8 años también saldrá antes de prisión

El agresor, Edgar Patricio Ochoa, obligaba a la víctima a mantener relaciones sexuales completas y la amenazaba con distribuir fotos de ella desnuda. La suya fue la primera petición de revisión de condena que se presentó en Zaragoza tras la ley del 'Sólo sí es sí'.

El juicio contra el agresor sexual se celebró a puerta cerrada en la Audiencia de Zaragoza.
El juicio contra el agresor sexual se celebró a puerta cerrada en la Audiencia de Zaragoza.
Francisco Jiménez

El goteo de rebajas de condenas en Zaragoza por la aplicación de la Ley del ‘Sólo sí es sí’ continúa. Si hace unos días veía reducido casi cuatro años su castigo el autor de una las violaciones más salvajes que se recuerdan en la capital aragonesa, los magistrados han ajustado ahora la pena a Edgar Patricio Ochoa, un hombre que abusó sexualmente de su sobrina desde que la niña que tenía 8 años hasta que cumplió los 14. Porque fue a esta edad cuando la menor logró vencer sus miedos y contar todo a sus padres.

El agresor obligaba a la víctima a mantener relaciones sexuales completas y la amenazaba con distribuir fotos de ella desnuda si decía algo. Unos hechos que llevaron a la Sección Primera de la Audiencia Provincial a imponerle una condena de 20 años y medio de cárcel. Sin embargo, la defensa recurrió el falló ante el Tribunal Supremo en 2016 y logró rebajar la condena a 18 años y medio. Cuando entró en vigor la reciente reforma del Código Penal para delitos sexuales, su abogado fue el primero en solicitar la revisión de la sentencia. Y ahora, el tribunal acaba de aplicarle otra rebaja de un año.

Durante el juicio celebrado en 2015, EdgarPatricio Ochoa, que ahora tiene 56 años, admitió abusado sexualmente de la hija de su cuñada desde que la niña tenía 8 años de edad y también que le hizo fotografías y vídeos de carácter pornográfico. Lo que no llegó a reconocer es que la obligó a mantener relaciones sexuales completas tras cumplir los 12 años, como afirmaban las acusaciones.

Al parecer, el acusado no llegó a difundir las fotos y vídeos en internet sino que les dio otro uso igualmente repugnante: amenazó a la niña con hacerlos públicos en la red y entre sus familiares si no se sometía a su voluntad o decidía contar a su madre las violaciones de las que era víctima.

Como relataban las acusaciones en sus escritos -el juicio se celebró a puerta cerrada-, el calvario de la niña comenzó en 2007 o 2008, cuando tenía 8 años. EdgarPatricio Ochoa, aprovechando su relación familiar (estaba casado con la hermana de la madre de la menor) iba a buscar a la pequeña a la salida del colegio en un pueblo cercano a Zaragoza y se la llevaba a unos campos próximos. Allí, dentro de su coche, la desnudaba y se desnudaba él, le hacía tocamientos por todo el cuerpo y se masturbaba delante de ella. Cuando llegaba el verano y se acababa el curso escolar, este individuo se la llevaba a su domicilio, donde repetía las mismas conductas.

De tocamientos a violaciones

A medida que la niña fue creciendo, su tío fue incrementando también el grado de los abusos. De hecho, cuando la menor cumplió los diez años, el hombre empezó a introducirle los dedos en la vagina, obligándole también a tocarle a él los genitales. Una vez cumplidos los doce años, el acusado comenzó a tener relaciones sexuales completas con la víctima, consumando estas hasta dos y tres veces por semana. Dichas violaciones tenían lugar tanto en el interior del vehículo del procesado como en la vivienda de este.

Desde que empezó a agredir sexualmente a la niña, el acusado la grabó y la fotografió desnuda y le amenazaba con enseñar esas imágenes a sus padres y difundirlas a través de internet. También escribió una carta relatando lo que hacía y le dijo que se la enviaría a su círculo de conocidos.

Conforme fue transcurriendo el tiempo y con el fin de facilitar los encuentros y contactar con la pequeña sin que nadie más se enterara, EdgarPatricioOchoa le compró un teléfono móvil con el que diariamente se comunicaba con ella.

Según las acusaciones, las agresiones se prolongaron hasta el 28 de julio de 2014. Ese día fue el último que la obligó a mantener relaciones sexuales completas, ya que la menor, que entonces ya tenía 14 años, se decidió a contar a su padre lo que le estaba pasando. Este presentó una denuncia ante la Guardia Civil al día siguiente y el 30 de julio varios agentes arrestaron al agresor en las inmediaciones del domicilio de la chica. En su poder encontraron dos sobres con notas manuscritas en su interior y un tercero con cuatro fotografías de la niña desnuda, una de ella en actitud pornográfica, y dos fotocopias en color de las mismas.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión