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La víctima de una violación en Zaragoza teme que el autor huya para no cumplir su condena

El agresor ha recurrido la pena de casi ocho años que se le impuso y sigue en libertad. La Audiencia Provincial celebró este lunes una vista para decidir sobre su situación. 

El condenado, Aitor Carcas, durante el juicio celebrado en la Audiencia de Zaragoza.
El condenado, Aitor Carcas, durante el juicio celebrado en la Audiencia de Zaragoza.
Francisco Jiménez

El pasado mes de noviembre, Aitor Carcas Andrés trató de convencer al tribunal de la Sección Primera de la Audiencia de Zaragoza de que la única razón por la que estaba sentado en el banquillo acusado por un delito de violación era el supuesto ataque de celos que sufrió su novia al verlo bailar con su anterior pareja en una discoteca. La chica nunca negó su enfado por aquel incidente, pero dejó claro que el verdadero motivo por el que lo denunció fue porque después de lo ocurrido la obligó a practicar sexo contra su voluntad y recurriendo a la violencia. El joven, de 22 años, insistió en que las relaciones fueron consentidas y llegó a declarar que fue ella quien se le echó encima cuando estaba en la cama. Sin embargo, los magistrados acabaron condenándolo a siete años y nueve meses de prisión.

La defensa ha impugnado la sentencia ante el Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA), pero la acusación particular, a cargo del letrado Oscar Espinosa, teme que el penado pueda aprovechar esta circunstancia para darse a la fuga. Porque el violador sigue en libertad provisional y en los últimos meses han sido hasta tres los encausados por delitos sexuales huidos en Zaragoza: dos antes del juicio y el tercero, cuando se enteró de que el TSJA acababa de confirmar la condena de 8 años que le impuso la Audiencia de Zaragoza por violar a una chica de 14.

Para evitar que algo así se repita, Espinosa solicitó a finales del pasado año el ingreso en prisión provisional de Aitor Carcas Andrés . La Sección Primera, que fue la que lo juzgó en su día, celebró ayer una vistilla para que las partes pudieran pronunciarse sobre su situación. Y mientras la defensa se opuso al encarcelamiento hasta que el fallo sea firme, la Fiscalía se adhirió a la propuesta de la acusación particular.

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