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El conductor ebrio que causó la muerte del futbolista 'Luismi' ya ha pedido salir de prisión
Su abogada considera que "no se han esclarecido las causas del accidente", por lo que pide que se le aplique una medida menos severa que la cárcel.
No ha pasado ni una semana desde el trágico accidente que costó la vida al joven futbolista del C. D. Fuentes Luismi López, de 23 años, y el conductor que lo provocó, V. G. H., de 40 años, ya ha pedido a la jueza que instruye el caso su puesta en libertad. Ya que otra magistrada decretó su ingreso en prisión sin fianza al día siguiente del siniestro como presunto autor de un delito de homicidio por imprudencia grave, otro contra la seguridad vial por conducir bajo la influencia de bebidas alcohólicas y estupefacientes y por circular con temeridad manifiesta.
La muerte del joven se produjo sobre las 23.00 del 9 de diciembre como consecuencia de una colisión frontal en la N-232, a la altura de la empresa Saica. La víctima regresaba a la capital aragonesa con un compañero de equipo –que resultó ileso– tras una sesión de entrenamiento cuando se encontró en su carril con V. G. H., que conducía su Kia Sportage a gran velocidad, de noche y con una niebla intensa.
Antes de causar el choque mortal, el investigado se había pegado a otro vehículo hasta rebasarlo en línea continua, siguió circulando por el centro de la calzada y trató de adelantar a un BMW al que terminó golpeando, haciéndole chocar contra el muro derecho de la carretera. A consecuencia de este golpe, el infractor cruzó al carril contrario por el que se aproximaba en sentido opuesto el vehículo de Luismi López.
Para la defensa, a cargo de la letrada Carmen Sánchez Herrero, la medida de prisión sin fianza es "indebida así como desproporcionada". "No se han esclarecido las causas del accidente, no pudiendo imputarse la culpa a mi mandante", señala. Y en cuanto al hecho de que diera positivo en anfetaminas y una tasa de alcohol de 0,74 mg/l, la abogada recuerda que habrá de comprobarse el correcto funcionamiento de los medidores y probar que el conductor tenía afectadas sus capacidades.
La defensa insiste en que V. G. H. "lleva una vida pacífica, al margen de la actividad delictiva", está casado y tiene un trabajo "honrado". Descarta que vaya a eludir la acción de la Justicia, y propone medidas menos severas como la imposición de una fianza.
