Una sentencia salomónica zanja el intento de atropello de un traficante a sus ladrones

La Audiencia de Zaragoza ha zanjado con una sentencia salomónica una venta de droga que acabó con un intento de atropello en el parque del Oeste del barrio Oliver. Los hechos que llevaron a la detención de los tres investigados se produjeron en la madrugada del 12 al 13 de agosto de 2021, cuando un vecino se dio cuenta de que un vehículo parecía tratar de arrollar a dos personas y asustado decidió llamar rápidamente a la central del 092.

La Policía Local envió enseguida a varios agentes de la Unidad de Apoyo Operativo (UAPO), que lograron dar el alto al vehículo sospechoso en la calle Ibón de Plan. A bordo circulaban dos jóvenes, el conductor, identificado como M. V. G., y una chica que resultó ser menor y que no dejaba de llorar. En un primer momento, estos contaron a los policías que caminaban por el parque cuando fueron abordados por dos individuos armados con un cuchillo que recurriendo a la técnica del mataleón les arrebataron 1.500 euros y una mochila en la que llevaban hachís.

Cuando los agentes les dijeron que los habían visto intentando atropellar a dos personas, el conductor del coche trató de justificarse y dijo que habían ido a por su vehículo para perseguir a sus asaltantes y recuperar lo que era suyo. Es más, admitieron que los ladrones habían llegado a desprenderse de la mochila tirándola al suelo.

La UAPO batió el parque del Oeste y todo su entorno en busca de los supuestos asaltantes, a los que finalmente también logró localizar. Y su versión de lo sucedido fue bastante distinta, ya que M. A. J. Y M. A. T. contaron que habían quedado con la pareja para comprar marihuana. Les explicaron también que ellos llevaban 1.200 euros para pagar el material, pero que se produjo un forcejeo en el que ellos consiguieron salir corriendo con la marihuana y la pareja se apoderó del dinero.

Al saber de la versión que habían dado estos dos jóvenes, el conductor del coche volvió a hablar con los policías y les confesó que estaba atravesando dificultades económicas y había tenido que recurrir a la venta de sustancias ilegales. En cuanto a lo sucedido en el parque, trató convencer a los agentes de que su pareja y él habían sido víctimas de una encerrona, o lo que en el argot delictivo se conoce como un ‘vuelco’, ya que parece que los supuestos compradores solo querían robarles el la marihuana.

Al final, los tres varones se han sentado este martes en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial. Y aunque la Fiscalía pedía inicialmente para ellos penas que sumaban nueve años de prisión, un acuerdo con las defensas, a cargo de los letrados Marina Ons, Candela Garrigues y Alberto Peiró, ha zanjado el asunto con penas de ochos meses para cada uno de ellos. Para M. V. G., por un delito contra la salud pública. Y en el caso de M. A. J. y M. A. T., aunque se les acusaba también de un robo con intimidación, solo han sido condenados por el delito contra la salud pública.