huelga de autobuses
Esperas de más de media hora en la primera jornada tras el endurecimiento de la huelga del autobuses
Algunas de las líneas, como la 24, colgaron el cartel de 'Aforo completo' en algunos momentos dejando sin subir a quienes esperaban en la parada.
Este lunes comenzaba una nueva fase en el largo conflicto que mantienen los trabajadores de los autobuses de Zaragoza y la empresa Avanza, que se ha traducido en un recrudecimiento de la huelga de los conductores con una ampliación de los paros a 6 horas al día repartidas en tres franjas: dos horas por la mañana, dos horas a medio día y dos horas por la tarde.
El primero de estos paros tuvo lugar de 7 a 9 de la mañana de este lunes y se tradujo en esperas más largas para los usuarios que se fueron acumulando a lo largo de la mañana, con lapsos de hasta 25 minutos en líneas como, por ejemplo, la 36, frente a los 9 minutos de frecuencia media que tiene esta línea a la misma hora si no se ve afectada por los paros.
Otra de las líneas más afectadas desde primera hora de la mañana fue la 38 en la que los usuarios tuvieron que esperar hasta 20 minutos en la parada del Coso, situada, junto al Teatro Principal, frente a una frecuencia media de unos 6 minutos en días anteriores.
La línea 24, la más usada de la ciudad, que aglutina el 10% de los viajes que se realizan en los autobuses urbanos de Zaragoza, también aumentó su tiempo de espera. De los 5 minutos que marcaba la marquesina el pasado viernes a las 9 de la mañana en el barrio de Valdefierro, a los 12 minutos en la mañana de este lunes a la misma hora.
Otro de los autobuses más demandados, el 39, que está en el top 3 de los más usados en la ciudad junto con el 24 y el 33, redujo su frecuencia de 5 a 11 minutos en la misma franja horaria a su paso por la plaza de San Miguel de la capital aragonesa.
Aforo completo y esperas de hasta 35 minutos, a medio día
Pero lo peor vino a mediodía, cuando tuvo lugar el segundo de los paros programados por los conductores, entre las 13.00 a 15.00, un horario especialmente sensible ya que supone la salida del trabajo y de los centros escolares de miles de personas. La disminución de las frecuencias de los autobuses en estas horas tuvo como consecuencia un elevado aumento en las esperas de los usuarios e incluso en algunas líneas como la 24, los convoyes, colgaron el cartel de 'Aforo completo' y no abrieron las puertas a nuevos pasajeros en algunas de las paradas, como en la calle Manuel Rodríguez Ayuso, en el barrio Oliver de Zaragoza, a pesar de la espera de los pasajeros de más de 20 minutos.
Más de media hora aguardaron los usuarios de la línea 22 en este paro de mediodía, en concreto, las esperas llegaron a los 35 minutos. Lo mismo que los que quisieron tomar la línea 42 en la parada de Actur-Rey Fernando. Allí el tiempo hasta la llegada del siguiente bus fue de 32 minutos en algunos momentos. También en la línea 32 registró esperas de 18 minutos, mientras que en la línea 24 fueron de 15 minutos y de 12 en la línea 39.
El tercero de los paros tuvo lugar entre las 18.00 y las 20.00. Este martes, los paros continúan y se producirán de 7.15 a 9.15, de 13.15 a 15.15 y de 18.15 a 20.15. Mañana miércoles serán de 7.30 a 9.30, de 13.30 a 15.30 y de 18.30 a 20.30, repitiéndose cada jueves y viernes los horarios de lunes y martes, respectivamente.
La huelga es consecuencia del fracaso de las negociaciones en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA) que se extendieron hasta la medianoche del pasado viernes. El comité se negó a aceptar la propuesta de Avanza -que incluía una subida fija del 8,5% y una cláusula de revisión del 12% que, unida al resto de pluses, suponía un incremento del 16%-.
Según datos de Movilidad del Ayuntamiento de Zaragoza, el año pasado el bus urbano registró 65,5 millones de viajes, y casi el 10% se realizaron en la línea 24. Es, de largo y una vez más, el trayecto más utilizado por los zaragozanos en este medio de transporte. Enlaza Las Fuentes con Valdefierro atravesando Delicias y el centro con buses articulados, lo que la convierte en lo más parecido al eje este-oeste que demandan los barrios, tras la conexión norte-sur que supuso el tranvía.
Le siguen, a cierta distancia la 33 y la 39, que en 2021 superaron los 4 millones de usos cada una, pero que antes de la pandemia rebasaban con creces la barrera de los cinco millones. Junto a la 21, la 23, la 32 y la 42, aglutinan la mitad de los traslados en bus que se hacen en la capital aragonesa.
