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La patada de ‘karateca’ que casi mata a un inmigrante chino en Zaragoza no quedará sin castigo

El agresor, que confesó los hechos y pactó 4 años de cárcel, pidió la suspensión de la condena amparándose en un resquicio legal. 

El agresor, el día que fue juzgado en la Audiencia de Zaragoza.
El agresor, el día que fue juzgado en la Audiencia de Zaragoza.
Toni Galán

Un hombre de 35 años que arrastra un largo historial delictivo confesó el pasado mes de marzo ante un tribunal ser el autor de la patada tipo ‘karateca’ que casi le cuesta la vida a un inmigrante chino de 51 años, al que atacó de forma sorpresiva cuando tomaba algo tranquilamente en la terraza de un bar del barrio de Torrero de Zaragoza. Por estos hechos, José Fernández Giménez admitió una pena de cuatro años de cárcel por tentativa de homicidio y se comprometió a indemnizar con 5.250 euros a la víctima, que pasó siete días en la uci y tardó 104 en recuperarse de las graves lesiones cerebrales que sufrió al golpearse la cabeza contra el suelo.

Como al condenado le fue reconocida en la sentencia una adicción a las drogas, alegó después estar sometiéndose a un proceso de rehabilitación para solicitar la suspensión de la pena y evitar su entrada en prisión. Pero no le ha servido de nada, por que la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Zaragoza entiende que no reúne los requisitos y le obliga a cumplir su castigo.

Resulta bastante habitual que las defensas soliciten la suspensión de una condena cuando esta es inferior a dos años. Sin embargo, el Código Penal permite dejar sin efecto penas de hasta cinco años de cárcel para aquellos casos en los que el acusado comete el delito a causa de su dependencia a una serie de sustancias. Eso sí, pone como requisito que se justifique «suficientemente» que el condenado se encuentra «deshabituado o sometido a tratamiento para tal fin».

El autor de la patada se aferró a esta posibilidad para intentar no acabar en el centro penitenciario de Zuera. De hecho, aportó un certificado del Centro de Solidaridad de Zaragoza para acreditar que había iniciado su desintoxicación.

21 condenas anteriores

La Fiscalía se opuso a conceder la medida de gracia al condenado y el tribunal ha hecho ahora lo propio. Recuerdan los magistrados que en la sentencia se le reconoció la atenuante de toxicomanía y que inició un tratamiento de rehabilitación de su drogodependencia. Pero añade después que «mantiene una escasa adherencia al mismo, acudiendo irregularmente a las citas concertadas». Es más, recuerda que José Fernández Giménez fue dado finalmente de baja de este programa de ayuda «apenas cinco meses después del inicio del tratamiento» por su falta de asistencia a las sesiones. Por ello y porque en su historial penal constan hasta 21 condenados entre 2005 y 2020, la Audiencia de Zaragoza se opone a suspender la pena y le obliga a entrar en prisión.

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