sanidad

La muerte de un paciente en Zaragoza puede acabar con dos médicos en prisión

El fiscal les acusa de no operar de urgencia al hombre ante un hematoma subdural agudo con desplazamiento del cerebro.

Imagen de archivo de una ambulancia del Sistema de Emergencias Médicas (SEM) de Cataluña
Imagen de archivo de una ambulancia
Archivo SEM

Un neurocirujano y otro médico de su equipo se sentarán dentro de unos días en el banquillo de los acusados de un juzgado de lo penal de Zaragoza por la muerte de un paciente al que según la Fiscalía no atendieron con la diligencia debida. Lo mismo opina la familia del fallecido, de 66 años, que reprocha a los galenos dos cosas: la primera, que dieran el alta hospitalaria al hombre de forma prematura, conscientes de que tras ser operado para extirparle un tumor se le había producido un sangrado en el cerebro; y la segunda, que cuando el paciente se vio obligado a regresar de urgencia al hospital a los dos días con un hematoma subdural agudo y un desplazamiento del cerebro no quisieran operarlo de inmediato. Lo harían un par de días después, pero el estado del paciente se había agravado ya tanto que la intervención quirúrgica no evitó su muerte.

El Ministerio Público, la viuda y las dos hijas del fallecido consideran que la forma de proceder de S. J. C. F. y C. A. F. U. contribuyó de forma importante en el fatal desenlace. De hecho, entienden que el neurocirujano y su compañero incumplieron la lex artis de la profesión médica. Y por ello, dicen, deberían ser condenados por un delito de homicidio por imprudencia a la pena de dos años y cuatro meses de prisión y a cuatro años de inhabilitación para el ejercicio de la medicina. Solicitan también indemnizaciones que en su conjunto podrían alcanzar los 234.000 euros.

Sin poder hablar e inflamado

Las abogados de los dos galenos están convencidos de que no existió responsabilidad alguna por parte de sus clientes, por lo que acudirán al juicio dispuestos a demostrar que su actuación «fue correcta y no merece ningún reproche penal». Y por no existir, a su entender, actuación negligente, propondrán su absolución. 

Los hechos investigados se remontan al 1 de agosto de 2016, cuando el paciente fue intervenido en un hospital privado de Zaragoza para extirparle un meningioma de carácter benigno que presentaba la complicación de estar situado cerca del nervio óptico. Según la familia, el doctor S. J. C. F. les comunicó que la operación había ido bien y el paciente ingresó en la uci. Sin embargo, al día siguiente le efectuaron un TAC de control que detectó la formación de un pequeño hematoma subdural. Al parecer, el médico tranquilizó a la mujer e hijas del hombre explicándoles que el sangrado sería reabsorbido de forma natural. De manera que, el 3 de agosto, el neurocirujano dio orden de trasladar al hombre a planta.

Aquello empezó a preocupar a la familia, que veía cómo al paciente se le habían empezado a inflamar la cara y el cuello. Y su inquietud fue a más al comprobar que nuevos TAC seguían evidenciando la existencia de sangre en el cerebro. Pese a ello, supuestamente S. J. C. F. ordenó levantar al hombre de la cama. Según la acusación particular, se advirtió entonces que tenía una hemiplejia en el lado derecho y se mareaba al caminar. La mujer e hijas del paciente no se quedaron tranquilas, pero el médico les dijo que la evolución era «normal».

En los días posteriores, no solo no desapareció la inflamación, sino que fue a más y surgieron nuevos síntomas, como un dolor intenso en la zona del cráneo y problemas de habla. Pero como quiera que la herida de la operación evolucionaba bien, se procedió a dar el alta hospitalaria al paciente el 12 de agosto. Y aunque dada la situación del hombre sus allegados pidieron una ambulancia, tuvieron que desplazarse a su lugar de residencia en un vehículo particular.

Un tratamiento "conservador"

El paciente iba a tardar solo dos días en regresar de urgencia al hospital, puesto que el hematoma se agravó y ya era agudo. «Efectuada valoración de la situación clínica del paciente por parte de los encausados S. J. C. F. y C. A. F. U, no decidieron la realización urgente e inmediata de una intervención quirúrgica, sino solo la opción de someter al paciente a un tratamiento conservador, lo cual llevó, sin solución de continuidad, a la cronificación del hematoma subdural agudo», señala la Fiscalía. La decisión de operar se tomó el 16 de agosto, dos días después de la «llegada urgente y grave» del paciente, que falleció el día 21.

El Juzgado de Instrucción número 9 de Zaragoza investigó por estos hechos a un tercer médico, contra el que la Fiscalía llegó a presentar cargos. Sin embargo, un recurso de la defensa ante la Audiencia Provincial consiguió in extremis que este no se siente en el banquillo y solo tendrá que declarar en el juicio en calidad de testigo.

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