Uno de los ‘cachorros’ de los DDP vuelve a ser condenado por dos robos violentos en Zuera
Un juzgado de menores de Zaragoza le impuso el pasado julio un año de internamiento por pertenencia a la banda latina
Se llama K. R. pero sus camaradas lo conocen por el alias de Minijumpy. Aunque solo tiene 15 años, ya ha sido fichado por la Policía Nacional y condenado por la Justicia como uno los ‘cachorros’ más activos de la banda latina Dominican Don’t Play (DDP) en Zaragoza. Es más, el estrecho vínculo que le une a uno de los adultos que lideran actualmente la organización criminal sitúa a este chaval como uno de los mejor posicionados para auparse, si no lo evitan los programas de reinserción de menores delincuentes, a los puestos de responsabilidad del grupo.
La gran operación con la que la Jefatura Superior de Aragón descabezó a los DDP entre marzo y mayo de 2021 supuso la detención de 24 de sus integrantes. Ocho de ellos eran menores y se encargaban de perpetrar los robos y transacciones de droga con los que financian la organización, declarada ilegal por el Tribunal Supremo en diciembre de 2013.
Uno de los arrestados fue Minijumpy, que al no haber cumplido la mayoría de edad fue juzgado por separado con el resto de adolescentes. De los ocho menores que se sentaron en el banquillo, solo uno consiguió ser absuelto del delito de pertenencia a asociación ilícita. Y de los siete condenados, la titular del Juzgado de Menores número 2 de Zaragoza solo decretó el internamiento en un centro de reforma de dos. Uno de ellos, K. R., sentenciado a doce meses en régimen semiabierto: la mitad, en libertad vigilada.
Lo que parece evidente es que ni las detenciones policiales ni las condenas consiguen poner freno a la actividad delictiva de este menor, sobre el que acaba de recaer otra pena de internamiento por dos robos con violencia perpetrados en Zuera. Ambos durante la madrugada del 14 de noviembre de 2021, solo unos meses después de que la Policía Nacional le hubiera echado el guante por su vinculación con los DDP.
Según esta última sentencia, K. R. y otros dos menores se valieron de dos tapas de alcantarilla para romper el escaparate del establecimiento ‘Istambul Donner Kebab’, ubicado en la avenida Pirineos de Zuera. Lo hicieron sobre las 2.30 y causaron desperfectos valorados en 333 euros.
Los jóvenes delincuentes no se conformaron con este primer asalto, sino que se trasladaron después al bar restaurante de las piscinas para perpetrar un segundo. Para acceder al interior recurrieron al mismo método: una tapa de alcantarilla con la que fracturaron la luna de cristal. Sin embargo, en esta ocasión el botín y los destrozos fueron de mayor cuantía. De hecho, se llevaron varios décimos de lotería, 500 euros en billetes que había en la caja registradora, 300 euros más en monedas, botellas de alcohol valoradas en 156 euros y las llaves de las instalaciones.
Según la sentencia, en esta segunda acción causaron desperfectos por importe de casi mil euros, a los que se sumó el valor de los elementos dañados o sustraídos: 3.513 euros.
Por estos hechos, la titular del Juzgado de Menores número 2 impone una condena ahora a Minijumpy por un delito continuado de robo con fuerza en establecimiento abierto al público fuera del horario de apertura. Y le impone otros nueve meses de libertad vigilada. Tanto él como sus dos compañeros de fechorías deberán indemnizar a los propietarios de los establecimientos desvalijados. Deberán hacerlo de forma conjunta y solidaria y sus padres están obligados a hacerse cargo de la factura si ellos no son capaces.
Otro reincidente
Una trayectoria similar a la de K, R. ha llevado Jhon Brando S. P., que ahora tiene 19 años. La última vez que la Policía lo arrestó fue el 26 de julio y lo hizo por romper el tabique nasal a un hombre de 30 años para sustraerle el teléfono móvil, robo que presuntamente cometió en junio en el camino de las Torres en compañía de otro joven de 18 años y un menor de 17.
Ese mismo mes, John Brando S. P. había sido condenado por el Juzgado de Menores a doce meses de libertad vigilada como autor de un delito de asociación ilícita, delito que había cometido cuando era menor. Ahora ya tiene varios antecedentes por lesiones y riña tumultuaria.
