tribunales

El TSJA confirma la condena a 8 años de cárcel para un joven que violó a una amiga de 14 años en Zaragoza

El acusado se encuentra en paradero desconocido y no se le ha podido notificar la sentencia personalmente.

El acusado, el día que fue juzgado en la Audiencia Provincial de Zaragoza.
El acusado, el día que fue juzgado en la Audiencia Provincial de Zaragoza.
Oliver Duch

El Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) acaba de confirmar la condena a ocho años de prisión a Moisés Chavarría Díaz por violar a una chica de 14 años a la que conocía por haber vivido con su familia durante unos días mientras la del acusado buscaba un piso. El joven, de 21 años, dejó de residir allí a finales de julio de 2021, aunque se veían con frecuencia porque coincidían en el barrio y era común que en esos encuentros Moisés Chavarría acompañara a la menor a su domicilio.

La noche del 6 de agosto el acusado quedó con la menor y se presentó muy bebido y mientras de se dirigían hacia el edificio en el que reside la chica pasaron por delante de un local donde antes había un restaurante y, aprovechando una entrada con escalera, la acorraló y empezó a besarla. La chica se negó y le pidió que la dejara marchar, pero el acusado la empujó con tal fuerza que la menor trastabilló y se golpeó la cara contra la pared. Después, forcejeó hasta que le bajó el pantalón y la penetró. La adolescente se defendió y logró quitárselo de encima de un empujón y marcharse corriendo a su casa.

Nada más llegar a su domicilio, la chica llamó a una amiga y le contó lo que acababa de ocurrir. Al día siguiente y en persona se lo dijo a un amigo y los dos observaron que tenía una herida en el mentón. A su madre no le contó nada y poco después se fue a unos campamentos de verano en el Pirineo.

Su carácter había cambiado y el director de las colonias, que la conocía desde la infancia, se dio cuenta. Y en una charla sobre violencia de género que impartieron para los adolescentes la menor comprendió que había sido víctima de un delito de agresión sexual y que tenía que denunciarla. Nada más regresar a Zaragoza, el 20 de agosto, se lo dijo a su madre y acudió con ella a una comisaría.

Para el TSJA, como ya dijera la Sección Tercera de la Audiencia Provincial, la declaración de la víctima –«clara, contundente y detallada» en todo momento–; la de los testigos que escucharon su relato nada más ocurrir y que la vieron herida y la del director del campamento integran la prueba de cargo necesaria para condenar al acusado. Existe también un informe pericial médico forense que ratifica la existencia de una cicatriz longitudinal en el mentón, que coincide con el golpe que la víctima afirma haber recibido y los amigos vieron al día siguiente.

Moisés Chavarría Díaz, por su parte, nunca ha declarado en el procedimiento, ni cuando fue detenido, ni ante el juez ni en la Audiencia Provincial. Pero para el tribunal, su silencio también puede ser interpretado por los magistrados y la gravedad de los hechos que se le imputan merecían, cuando menos, una explicación alternativa.

De hecho, fue la adolescente la que explicó durante el juicio que hasta el día de los hechos se llevaba bien con el acusado y que esa noche parecía ir bastante borracho. Este importante detalle sirvió al tribunal para aplicarle la atenuante muy cualificada de embriaguez y reducir la condena de 13 años y medio que inicialmente pedían tanto la Fiscalía como la acusación particular, a cargo del abogado Eduardo Ariño García, a 8 años. A esta pena hay que sumarle cinco de libertad vigilada, una medida de alejamiento de doce años y el pago de 10.000 euros de indemnización.

El fallo fue recurrido argumentando error en la valoración de la prueba, pero la Sala de lo Civil y Penal del TSJA considera que la sentencia está perfectamente argumentada por la sala y «razona con acierto» los requisitos que se exigen para una condena.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión