Comunidad de Calatayud

Una mujer y dos niños se salvan de un desprendimiento de rocas sobre su casa en Calatayud

La hija y dos nietos del dueño del inmueble vivían allí pero salieron poco antes de la caída de las piedras.

Estado de la vivienda tras un desprendimiento del cerro
Estado de la vivienda tras un desprendimiento del cerro
Jorge Zorraquín

Un desprendimiento de rocas del cerro sobre el que se sitúa el recinto de la Torremocha de Calatayud ha destrozado por completo una vivienda situada en la ladera sin daños personales. El edificio, de dos alturas, está situado en el número 54, en la parte superior del barrio de Consolación Alto, al que se accede desde la calle, que está precedida de un pequeño corral. En él residían de forma habitual la hija del propietario, Jessica Funes; sus dos hijos de dos y ocho años y dos perros.

El suceso ocurrió el domingo a primera hora de la tarde. La piedra desprendida, de grandes dimensiones, cayó sobre el tejado, haciendo añicos la estructura y dejando en el interior todos sus enseres. "Dormíamos allí, pero al no haber agua la cogemos en la fuente. Yo estaba en casa de mi madre porque íbamos a comer con ella. Mi pareja había llevado dos garrafas a la casa para los perros, las dejó, cerró y cuatro minutos después se produjo el derrumbe", relata Funes.

Tras lo ocurrido, está a la espera de que le digan si puede acceder para recoger parte de sus cosas. "Tendré que solicitar ayuda al Ayuntamiento. Estamos con mi madre, pero no es solución", asumía. Fuentes del Consistorio explican que los inquilinos no se habían dirigido al área de Servicios Sociales, si bien el domingo se intentó contactar con ellos.

En la zona superior de la falda del cerro hay desplegada una malla para retener posibles desprendimientos. Sin embargo no existe en la parte inferior, y parte de ya la instalada se ha visto afectada por el corrimiento.

La concejal socialista Yolanda Júlvez manifestó su "indignación" porque el Ayuntamiento "no toma las suficientes medidas de seguridad" y lamentó que "solo se ocupen de las zonas céntricas y abandonen las más humildes". "Solo se ha cortado el acceso a la calle, pero ni se ha limpiado ni estabilizado el monte", dijo.

El alcalde, José Manuel Aranda, apuntó que se revisará el sistema de mallas y se ampliará, valorando nuevas alternativas. Técnicos municipales, Policía Local y bomberos de la Diputación de Zaragoza evaluarán -pasadas más de 24 horas desde la caída- el estado del inmueble y el entorno.

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