zaragoza
La Guardia Civil investiga el rapto de un bebé de un año en el Monasterio de Piedra
La madre asegura que su expareja y otro hombre la abordaron este jueves por la tarde en el aparcamiento del recinto y se llevaron al menor tras forcejear con ella. La Guardia Civil ha activado un amplio dispositivo para intentar localizar al pequeño.
La Guardia Civil investiga el presunto secuestro de un bebé de un año en el aparcamiento del Monasterio de Piedra, en el municipio de Nuévalos. Los hechos se habrían producido un poco antes de las siete de la tarde de ayer, cuando el niño y su madre se disponían a volver a casa tras visitar el recinto. Según habría manifestado la mujer a los investigadores, en ese momento se presentó allí un coche del que salieron dos hombres que tras forcejear con ella y agredirla le arrebataron al pequeño y se lo llevaron.
La llamada de auxilio de la madre, que parece que iba acompañada de alguna otra amiga o familiar, activó enseguida todas las alertas. Y no tardaron en presentarse en el lugar del suceso varias patrullas de la Benemérita, que se entrevistaron con la denunciante para intentar recabar más datos sobre lo ocurrido. Dado el escaso tiempo transcurrido, desde la Comandancia de Zaragoza se mostraron anoche cautos y se limitaron a confirmar que habían tenido que desplazarse hasta el Monasterio de Piedra, sin poder corroborar todavía el secuestro. Esta mañana han constatado que quien se llevó al pequeño fue la expareja de la mujer y que han desplegado un "amplio dispositivo" para intentar localizar a ambos.
Según fuentes consultadas por HERALDO, la madre señaló al padre de su hijo y a su abuelo paterno como los supuestos secuestradores. Por lo tanto, sin descartar todavía nada, esta sería la principal vía de investigación. Parece que algún testigo podría haber visto también la matrícula del coche en el que los raptores se llevaron a la menor, un dato muy importante de cara a intentar esclarecer la autoría del secuestro.
El parque natural del Monasterio de Piedra cuenta con un sistema de cámaras de seguridad, pero el aparcamiento se encuentra fuera del recinto amurallado y allí no hay instalado ningún dispositivo de grabación.
La denunciante explicó a los agentes que el padre del bebé –con el que no mantendría una relación actualmente– reside en Madrid, lo que seguramente llevaría al instituto armado a instalar controles para intentar localizar el vehículo de los secuestradores de camino a la capital de España. La carretera A-202 se bifurca al llegar desde el Monasterio de Piedra al pequeño municipio de Nuévalos, de apenas 300 habitantes. Allí, hay dos opciones para dirigirse a Madrid. Por un lado, la carretera de Munébrega, que enlaza después con la A-2. La otra, la carretera que va hacia Alhama de Aragón, que conecta de forma más directa con la autovía de Madrid antes de llegar a Calatayud.
Asistida en el ambulatorio
Según pudo saber este diario, la madre del bebé resultó lesionada durante el forcejeo que mantuvo con los dos hombres para impedir que se llevaran a su hijo. Además, como consecuencia de lo ocurrido, fue víctima de un ataque de ansiedad. Por todo ello, tuvo que ser asistida en el ambulatorio de Nuévalos. La mujer, que no dejaba de llorar, fue acompañado hasta allí por varios agentes de la Guardia Civil.
Al parecer, la madre o su acompañante pudieron compartir en internet que tenían intención de visitar el Monasterio de Piedra. Y no descartan que fuera ello lo que permitió, supuestamente, al padre de la menor averiguar dónde se encontraban y preparar el secuestro del bebé.
El alcalde de Nuévalos, Manuel Peiró, trabaja casualmente en el recinto donde se produjeron los hechos, pero una reunión del consejo comarcal de la Comunidad de Calatayud le obligó a marcharse de allí escasos minutos antes del presunto rapto. Por ello, preguntado por lo sucedido, no pudo mas que confirmar que ni la mujer ni su hija residían en el pueblo o la zona.
