Alertan de la presencia de un grupo de mujeres que roban mediante la técnica del abrazo en la provincia de Zaragoza
Se han registrado casos en Alagón y Tarazona. La Guardia Civil pide extremar la precaución.
La Guardia Civil ha detectado en los últimos días la presencia en dos localidades de la provincia de Zaragoza de un grupo de mujeres dedicadas al hurto mediante la técnica del abrazo a sus víctimas, generalmente personas de edad avanzada que no pueden hacer frente a esta situación.
Según informa el Instituto Armado, estas mujeres se suelen aproximar a personas de avanzada edad con la excusa de hacer una consulta o de hacer algún tipo de ofrecimiento, y después de entablar unos minutos de conversación, dan a sus víctimas un "abrazo cariñoso", momento que aprovechan para hurtarles los efectos de gran valor que portan.
Posteriormente, las autoras de los hurtos abandonan la población en un vehículo que espera en las proximidades del lugar de los hechos para facilitar la huida.
El primer robo de estas características se produjo hace diez días en Alagón, cuando una mujer se aproximó a un anciano para preguntarle si conocía a alguna persona que pudiera ofrecerle un trabajo.
Ante la respuesta negativa de la víctima, la mujer le acercó la cara al cuello y le ofreció unos servicios sexuales que el hombre rechazó, momento que aprovechó la ladrona para apoderarse de la cadena de oro que portaba.
El segundo caso ocurrió este lunes en Tarazona, cuando a una mujer de avanzada edad se le aproximó una integrante de estos grupos para ofrecerle un masaje en el cuello, apoderándose de una medalla de oro que portaba sin apercibirse del hurto.
Las fuentes citadas señalan que las autoras de este tipo de hechos buscan como víctimas a personas de avanzada edad, entablan conversación mostrando gran amabilidad y, antes de marcharse, agradecen de forma muy cariñosa con un abrazo la ayuda facilitada.
Destacan que es en este momento cuando estas mujeres, "muy habilidosas" a la hora de hurtar joyas o cartera al descuido, llevan a cabo su acción delictiva.
Una vez cometido el robo abandonan rápidamente el lugar en un vehículo, conducido normalmente por un hombre, que espera en las inmediaciones para salir con rapidez de la población.
