La magia del fuego vuelve a Zaragoza en la noche de San Juan

Cuando eran las 20.30, en la plaza de la Albada del zaragozano barrio de La Jota comenzaban a notarse los nervios y la inquietud entre los asistentes. “¡Tengo hambre! ¿cuándo empieza?”, pregunta Candela Libertad, vecina del barrio de 5 años. “Tranquila, que falta poco”, respondía Luis León, su padre. No en vano, era la primera cita multitudinaria que organizaban en el vecindario tras dos años en los que la pandemia ha arrebatado la vida comunitaria de calles, parques y plazas.

La de La Jota ha sido una de las once hogueras autorizadas por el Ayuntamiento de Zaragoza este año, que se sumaba a las de Miralbueno, Las Delicias, Casablanca, plaza de San Francisco, San Juan de Mozarrifar y La Almozara. Además, hay autorizadas dos hogueras este 24 de junio, en Santa Isabel y Las Fuentes, y otras dos el día 25, en este caso en Oliver y en el Arrabal. “Estamos muy contentos de recuperar esta tradición que organizamos en la plaza de la Albada desde hace más de dos décadas. Para nosotros es muy emocionante”, explica Juan Andrés Pinilla, presidente de la Asociación de Vecinos del barrio.

La propia plaza fue construida pensando en este ritual, y cuenta con un espacio preparado especialmente para la hoguera de San Juan. “Antes se llegaban a prender hasta cuatro hogueras en distintos puntos del barrio, en solares ubicados en la Manuel Viola o en la calle Santa Fe”, recuerda. Eran a iniciativa de grupos de vecinos que pasaban así la noche, escuchando música y cenando lo que ellos mismos preparaban en la parrilla. “Siempre se ha entendido como una cita popular a la que venía todo el mundo”, asegura Pinilla.

Una imagen que este año no se hacía de rogar. A las 20.00 algunas familias ya estaban bien posicionadas alrededor de la hoguera, con sus mesas plegables, sillas, hamacas y neveras portátiles. “Antes de la pandemia bajábamos a disfrutar de una barbacoa con familia y amigos, a los niños esto les encanta”, explica Jesús Hernández (43), que vive en un edificio en la misma plaza. Para cenar tienen longaniza, chorizo y panceta, entre otras viandas. “Es una fiesta muy popular, nos juntamos todos aquí como si estuviéramos en el pueblo, es genial”, asegura.

A escasos metros, Felipe Jiménez, del Arrabal, coloca sus enseres mientras sus suegros, Cristina y Pablo, esperan ansiosos al inicio de la cena. “Es nuestra primera vez, nos ha convencido el yerno y hacía buena noche, así que nos hemos animado”, afirma ella. “Yo vine por primera vez en 2018, y lo pasamos tan bien que dijimos que teníamos que volver. Luego… llegó la pandemia”, explica Felipe mientras despliega la parrilla.

Tras la presentación de los Dark Knights, el equipo de fútbol americano de Vadorrey y un espectáculo de malabares con antorchas; a las 21.00 llegaba el momento más esperado de la noche: el encendido de la hoguera a cargo de personal del Centro de Salud. La velada era amenizada por la actuación del Combo de guitarras de la Jota. “Hemos quemado tres cosas: al virus, la violencia de género y el trato que algunos bancos y cajas de ahorros hacen a las personas mayores”, afirma. Tampoco faltaron los cabezudos de la asociación, Martín el cofrade y el Coronavirus, que hicieron las delicias de los más pequeños.

Apenas comenzaba arder la gran pira de madera, decenas de personas se apresuraban en lanzar sus deseos, como Alexia (5) y su madre Susana: “Es típico ¿no? Dicen que estas cosas se cumplen, a ver si hay suerte”. También varios jóvenes lanzan cuadernos y libros, para celebrar que han finalizado el curso escolar. “Hemos sufrido mucho este año, es una forma de celebrar que siempre se hace en el barrio”, explica Cesar, de 14 años, y estudiante de 2º de la ESO. Junto a él, Pilar, Hugo, Lorena, Erick, Daniel o Carla Vicente (12), no han dudado en sumarse a la iniciativa: “No queremos tenerlos de recuerdo para nada”.

Hacer barrio, pero no en todos

Son varios los distritos de Zaragoza que, este año, se han quedado sin poder celebrar sus tradicionales hogueras, como el barrio Jesús, cuyos vecinos acudían a la del vecino barrio de La Jota invitados por la AVV. “Estamos muy agradecidos de que se hayan acordado de nosotros, porque estamos muy apenados de no haberla podido celebrar. Para la gente de la zona es una cita muy importante, el último acto que realizamos en verano”, explica Raúl Gascón, presidente de la asociación vecinal.

Aunque se trata de una hoguera relativamente joven -empezó a celebrarse en 2015 en los Jardines de Tosos- asegura que se trata de “un encuentro muy arraigado que verdaderamente gusta mucho”. “Al parecer no cumplimos ciertos criterios técnicos que se exigían este año, como otras zonas, pero para el año que viene esperamos que nos den soluciones para poder volver a disfrutar de este ritual tan importante para los vecinos, porque es un evento indispensable en el calendario para hacer barrio”, concluye.