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El Mercado Medieval regresa tras dos años con ampliación de horario por el calor
La plaza del Pilar acoge hasta este domingo 160 puestos artesanales y 200 actividades para todos los públicos.
Juglares, caballeros y doncellas, pícaros y personajes fantásticos. Todos ellos pueblan desde ayer el entorno de la plaza del Pilar como parte del Mercado Medieval de las Tres Culturas, que regresa a la capital aragonesa tras dos años de parón por la pandemia y con modificaciones debido a la intensa ola de calor que azota la ciudad. Las altas temperaturas llevaron al Ayuntamiento de Zaragoza a ampliar el horario de apertura para que los comerciantes puedan tener más actividad una vez haya caído el sol. Este sábado estará abierto hasta la 1.00, igual que ayer, mientras que mañana la muestra terminará a medianoche. A cambio, existe la posibilidad de cerrar entre las 14.00 y las 18.00, para evitar las horas más sofocantes de la jornada.
La vicealcaldesa y responsable de Cultura, Sara Fernández, que fue la encargada de inaugurar ayer la feria, se mostró convencida de que, pese al clima, "todos los públicos podrán disfrutar y celebrar" el evento, que en su última edición en 2019 llegó a congregar a 200.000 personas. También entre los participantes había la misma esperanza: que el calor no pueda con la voluntad de disfrutar de los ciudadanos tras tanto tiempo de restricciones sanitarias. "Parece que hay ganas, acabamos de abrir y ya hay bastante gente", comentaba María Teresa Martín, vendedora de bolsos artesanales de Alicante.
En total, como informó Fernández, 160 puestos de lo más variado ocupan la plaza del Pilar, la trasera de la Lonja, la plaza de La Seo, San Bruno, la calle Palafox, el puente de Piedra y el Balcón de San Lázaro. Entre las tres jornadas se celebrarán más de 200 actividades que permitirán "conocer la morería, la judería y los vestigios que quedan hoy día de aquellas culturas que marcaron la ciudad". Hay teatro, danza, música y combates de la mano de compañías como Lobos Negros, Dagaz, Magna Caput, Kabalat Sabat o Artemis Teatro, entre otras.
Un variopinto desfile
Para dar el pistoletazo de salida, este viernes decenas de variopintos personajes recorrieron el mercado hasta llegar a la margen izquierda del Ebro, acompañados por el sonido de las gaitas y demostrando su pericia con las acrobacias, el baile y los malabares. Desfilaron bajo la atenta mirada de los visitantes que refugiados, eso sí, en las zonas de sombra, no dudaron en sacar sus teléfonos móviles para inmortalizar a tan peculiar comitiva. El fuerte calor complicó la afluencia en las horas centrales del día y quienes se animaron a pasear entre los puestos lo hicieron siempre con agua o un refresco en la mano. Por eso, las tabernas y las jaimas fueron especialmente solicitadas. En La Horchatería, ubicada en la calle de Don Jaime I junto al paseo de Echegaray y Caballero, se registraron filas en varios momentos.
Por las distintas calles, bisutería, sandalias artesanas, alquimia natural, bonsais, palos para moños, piedras preciosas y hasta métodos de depilación indolora se mezclan con quesos, embutidos, licores, dulces y tes medicinales que llaman la atención de los más curiosos. Entre los vendedores, los hay veteranos con ganas de repetir por fin una cita que ha cosechado «mucho éxito» en ediciones anteriores y también quienes ayer se estrenaron por primera vez en la feria. Era el caso de Sara Franco, de Castilla y León y que, "sin preocupación" por el calor, aseguraba tener "muchas ganas" de ver cómo se desarrollaba el mercado.
La misma ilusión tenían Paqui y Ramón, esta vez con la experiencia positiva del último año. Tras su puesto de gemas, estos albaceteños aseguraban que "la gente es maravillosa", pero lamentaban que tuvieron que llegar a la ciudad el martes para hacer todas las pruebas, demasiado pronto a su juicio por el gasto que supone.
Talleres y actividades
Además de los puestos, se están organizando visitas guiadas a la Judería y la Morería y para los niños hay talleres y atracciones ecológicas como el tiovivo y la noria.
En el Campamento de las Tres Culturas se celebran luchas de caballeros para toda la familia, mientras que en la parte trasera de la Lonja se recrea la vida activa de una aldea medieval no guerrera. Entre las actividades, tiro con arco para niños, guerra de mazas, pintura facial, globoflexia, talleres de percusión, catapultas y tirachinas gigantes.
En la zona de talleres y exposiciones de la Plaza San Bruno estará ubicado el punto de información al que el público podrá acudir para conocer todo lo referente al mercado, y donde podrá recoger las invitaciones para las visitas guiadas
