sucesos zaragoza
El juez decreta prisión para el detenido por el asesinato de la joven en Zaragoza
El arrestado ha insistido en que actuó en legítima defensa, pero el magistrado lo no ha creído y ve indicios de que atacó a la mujer cuando esta volvió a casa
El juez de g uardia ha ordenado el ingreso en prisión de Adil Lazizi, de 46 años, detenido por el asesinato de la joven Cristina G. en el domicilio de esta última en el número 8 de la calle Alegría de Zaragoza. A pesar de que el sospechoso ha ratificado lo mismo que declaró ante la Policía, que actuó en "legítima defensa', el magistrado no lo ha creído y aprecia indicios suficientes para enviarlo a la cárcel de forma preventiva por el homicidio.
Adil Lazizi iba a volver a prisión de todas formas puesto que estaba en busca y captura por no haber regresado a Zuera de su último permiso penitenciario que le fue concedido en enero de ese año. El criminal estaba terminando de cumplir la condena que le había impuesto la Audiencia Provincial de Madrid por asesinar en junio de 2001 a una muchacha de 24 años y ya no volvió a la cárcel. El móvil de ese crimen fue que la chica, a la que había conocido esa misma noche, no quiso mantener relaciones sexuales con él, un motivo que puede que en este caso se haya repetido, aunque será difícil demostrarlo.
La delegada del Gobierno en Aragón, Rosa Serrano, ha explicado este jueves que la investigación ha descartado que se trate de un caso de violencia de género, puesto que no se ha demostrado la vinculación afectiva o de naturaleza análoga entre la víctima y el criminal.
La delegada añadió que aunque no se trate de un caso que pueda computar como violencia machista, tiene "muy claro" que se trata de un "feminicidio", en tanto en cuanto "una mujer ha sido asesinada a manos de un hombre".
El crimen se cometió en torno a las 22.00 del lunes, cuando Cristina G. volvía a su casa tras haber estado de compras y pasando la tarde con compañeros de trabajo. A esa hora la Policía Nacional recibió una llamada en la que se alertaba de que una mujer estaba pidiendo auxilio y al llegar al lugar vieron a la víctima, a la que los servicios de emergencias no pudieron reanimar, con un cuchillo clavado en el abdomen y a un hombre también herido.
Según declaró después, se había defendido de un supuesto ataque con arma blanca de la joven, pero todo parece indicar que no fue así, aunque sí que es cierto que la víctima se defendió porque en su cuerpo, además de las heridas mortales, presentaba otras muchas más de defensa en brazos y manos.
Adil Lazizi, que la noche de los hechos fue traslado al hospital con heridas incisivas que, según la investigación, podría haberse autoinfligido, continúa ingresado en el hospital Miguel Servet de Zaragoza desde donde ha prestado declaración por videoconferencia ante el juez asistido por sus abogados Carmen Sánchez y Luis Ángel Marcén.
