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Cae la banda de la alcantarilla tras siete asaltos en Zaragoza en solo mes y medio

La Guardia Civil llevaba varias semanas detrás de los ocho delincuentes detenidos este martes, que se habían convertido en la pesadilla de los comerciantes de un barrio de la capital aragonesa

Uno de los establecimientos afectados
Uno de los establecimientos afectados
Guardia Civil

Casi una decena de robos con fuerza en comercios de todo tipo y una ola de actos vandálicos que parecía no tener fin habían disparado las alarmas en Casetas, un barrio tradicionalmente tranquilo de Zaragoza en el que parece que por fin los vecinos podrán volver a dormir tranquilo. Peluquerías, fruterías, panaderías, pastelerías, farmacias, tiendas de moda…. Desde hace mes y medio, cuando se produjo el primer asalto, cualquier establecimiento se había convertido en un objetivo potencial. Porque los ladrones no hacían distingos: se presentaban de madrugada, rompían el escaparate con una tapa de alcantarilla, se colaban en el local y se apoderaban de la caja registradora.

Todo empezó a comienzos de marzo, cuando un joven en el umbral de la mayoría de edad se presentó en una confitería de la calle Olmo esgrimiendo un arma blanca. “La dependienta se asustó tanto al ver el cuchillo que empezó a dar gritos. Y como la puerta del establecimiento estaba abierta, el atracador debió temer que la escucharan, porque le entraron los nervios y se dio a la fuga”, explicaba ayer Maribel Bernal, vocal de la Asociación de Comercio y Servicios de Casetas (ACSC).

Pero a aquel primer asalto frustrado han seguido después muchos otros robos con fuerza. Eso sí, siempre de noche, cuando los negocios estaban cerrados. “A nosotras nos entraron la primera vez hace 20 días. En las grabaciones de las cámaras de seguridad se veía a un joven que apenas estaba 15 segundos dentro del local, cogía la caja y se marchaba. Y a los tres días de cambiar el escaparate, la madrugada del 15 al 16 de abril, volvieron a intentar romperlo. Esta última vez fueron tres individuos y usaron dos tapas de alcantarilla. Por suerte, no lograron entrar”, contaba la propietaria de otro céntrico negocio de Casetas. Si en algo coinciden los afectados es en que los delincuentes “destrozan más que roban”. “Los seguros se hacen cargo, vale. Pero seré yo quien tenga que pagar el incremento de la póliza”, se lamentaba la mujer que ha sufrido dos asaltos.

El alcalde de Casetas, Jorge Eseverri, no ocultaba tampoco este martes por la tarde su preocupación. “Cuando actuaron por primera vez, pensamos que podía tratarse de una gamberrada. Pero a los dos días se produjo otro asalto. Y ya no han parado”, explicaba. “Los comerciantes se siente inseguros y es normal -añadía-. Además, llueve sobre mojado, porque se trata de un colectivo que se ha visto muy castigado por los efectos de la pandemia”.

A Eseverri le constaba que la Guardia Civil se había tomado “muy en serio” el asunto y estaba haciendo un trabajo “muy exhaustivo”. “En cuanto hablamos con ellos, como se trataba de algo bastante alarmante, enseguida incrementaron las unidades. Informamos también de lo que estaba sucediendo a la delegada de la Policía Local de Zaragoza, que también está adoptando medidas”, comentaba el alcalde de Casetas.

Ocho detenidos

Y ese esfuerzo del que hablaba Jorge Eseverri iba a dar resultados. Porque a última hora de ayer culminaba una operación que ha permitido detener a los ocho integrantes de la banda de la alcantarilla. Varios de los establecimientos asaltados contaban con cámaras de seguridad, lo que permitió captar imágenes de los algunos de los delincuentes. Y aunque inicialmente se creía que podría tratarse de un grupo de menores, según fuentes próximas a la investigación, siete que los arrestados son adultos, con edades comprendidas entre los 19 y los 25 años.También parece que entre ellos podrían figurar los dos delincuentes que hace poco fueron cazados por el ‘poli-dron’ de la Policía Local de Utebo tras llevarse también de madrugada la caja de un bar.

Desde la Asociación de Comercio y Servicios se quejan de la falta vigilancia en horario nocturno. “Pedimos alguna patrulla más de Policía Local, porque no vemos coches. Nos dicen que solo hay una para todos los barrios rurales. Y si es así, nos parece bastante triste”, comentaba Maribel Bernal. Los comerciantes se reunieron precisamente este martes para volver a hablar del problema y tratar de buscar soluciones.

Al margen de los asaltos, desde las pasadas Navidades se vienen denunciando una serie de actos vandálicos en vehículos estacionados junto al campo de fútbol de Casetas. Los comerciantes hablan de “abolladuras y piezas arrancadas” y no descartan que unos y otros hechos puedan estar relacionados. Al alcalde le consta que se están forzando furgonetas y camiones para extraerles el combustible de los depósitos. “Pero son problemas distintos y no podemos tener la certeza de que se trate de los mismos autores. El robo de gasóleo podría obedecer a otro tipo de delincuencia”, indica.

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