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El policía de Mallén acusado de agredir a una conductora: "Solo le pedí los papeles, no la toqué"

El agente, que se enfrenta a una condena de hasta dos años de prisión, asegura que la mujer arrancó y lo llevó durante 8 metros enganchado a la puerta del coche.

El acusado, durante el juicio celebrado este martes en la Audiencia de Zaragoza.
El acusado, durante el juicio celebrado este martes en la Audiencia de Zaragoza.
Guillermo Mestre

El policía local acusado de lesionar a una conductora a la que multó por aparcar mal en la plaza de España de Mallén negó ayer haber agarrado a la mujer y, menos aún, haberle retorcido una muñeca para sacarla de su coche por la fuerza. El agente municipal afirmó que, al contrario, fue él quien corrió riesgo físico puesto que la conductora arrancó el vehículo cuando tenía la puerta medio abierta y él estaba asomado al interior, arrastrándolo unos ocho metros. «Grité ¡para, para, para! y me caí. Entonces llamé a mi compañero (el cuartel está enfrente)y salió para ayudarme», declaró ante el tribunal.

S. C. E. fue juzgado en la Audiencia de Zaragoza por un delito de lesiones por el que la Fiscalía solicita un año y medio de cárcel y dos, la acusación particular, así como el pago de una indemnización de 20.835 euros. Su defensa, sin embargo, propone la absolución.

El incidente ocurrió sobre las 13.30 del 28 de abril de 2018. El agente y su compañero llegaron con el vehículo policial, uniformados, al cuartel y S. C. E. vio dos coches mal aparcados junto a unos maceteros y se acercó para anotar las matrículas. «Estaba apuntando y vino una mujer gritando. Empezó a decir: ‘‘Ya me estáis multando otra vez. Sois unos polis de mierda, solo denunciáis a los rumanos, estáis muy subiditos’’ y cosas así», relató el acusado.

Añadió que le preguntó si era la conductora y le pidió la documentación. «Me dijo que se tenía que ir a trabajar y no me la dio. Le advertí que si no lo hacía incurriría en desobediencia y además tendría que multarla por infracción a la ley de seguridad ciudadana por no identificarse. Ella se metió en el vehículo, puso la llave en el contacto y arreó con el coche. Como estaba inclinado hacia la puerta y estiré el brazo en un intento de parar el vehículo al tiempo que le pedía que parara. me caí. Cuando me levanté llamé a gritos a mi compañero», explicó. S. C. E. reiteró que durante todo este episodio no la llegó a tocar ni la agarró por la muñeca. «Solo le pedí los papeles, no la toqué», subrayó.

Testigos de los hechos

Su testimonio fue avalado por dos vecinas de la plaza, una que vive allí y otra que trabaja en la panadería y que vio aunque no oyó lo sucedido porque estaba en el interior del local. Ambas aseguraron que no vieron forcejeo alguno entre el policía y la conductora pero sí cómo esta hacía aspavientos y braceaba. Observaron también que el coche se movió varios metros hacia delante cuando S. C. E. tenía medio cuerpo dentro.

Algo muy distinto explicó la denunciante, O. A. A., que vio llegar al policía cuando estaba tomando café en el Casino antes de ir a trabajar. Negó que lo insultara y dijo que quien gritó y le pidió de «malos modos» la documentación fue él. Manifestó que se subió al coche para dársela y que antes puso la llave en el contacto, pero no arrancó el motor. «Metió el cuerpo dentro para coger las llaves y sacarme del vehículo. Yo lo empujaba para quitármelo de encima porque me tenía aprisionada y no podía respirar y me retorció el brazo», declaró. O. A. A. negó haber desplazado el turismo y arrastrado al agente.

Un amigo suyo corroboró su versión, aunque incurrió en contradicciones con la denunciante, porque esta dijo que se marchó sola en su coche y él asegura que se fue con ella. Por esa razón, el abogado del policía, José Luis Melguizo, pidió al tribunal que investigue a este hombre por falso testimonio.

O. A. A. ya no fue a trabajar ese día porque le dolía el brazo. Acudió al centro de salud de Buñuel, donde le detectaron un edema y le recetaron antiinflamatorios, pero no le hicieron radiografía ni resonancia. En mayo volvió a urgencias porque le seguía doliendo y entonces le practicaron esas pruebas que revelaron una rotura de fibras del cartílago de la que fue operada en abril de 2019. Su abogada, Carmen Sánchez, mantiene que la lesión es producto de la torsión de muñeca que le hizo el policía, mientras que la defensa no niega que exista la lesión pero cuestiona su origen.

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