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Dos jóvenes a los que una chica acusó de drogarla y violarla en Zaragoza no serán juzgados

La víctima asistió con ellos a una fiesta de la que solo recuerda haberse tomado un cubata de ron y despertarse desnuda de cintura para abajo.

La joven contó que los hechos se produjeron en un bungaló del camping Bohalar de Zaragoza.
La joven contó que los hechos se produjeron en un bungaló del camping Bohalar de Zaragoza.
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La Audiencia de Zaragoza ha decidido archivar la causa abierta contra Ricardo A. M. y Matías C. B., los dos jóvenes a los que una chica denunció el pasado verano acusándolos de haberla drogado para violarla después en un bungaló del campin Bohalar de Zaragoza. Concluida la investigación por parte del Juzgado de Instrucción número 6, la Fiscalía entendió que los hechos denunciados no habían quedado acreditados y propuso el sobreseimiento del sumario. Y como la supuesta víctima no se ha personado como acusación particular, los magistrados de la Sección Tercera acaban de dar carpetazo al caso.

La joven, de 22 años, denunció la presunta agresión sexual el 12 de agosto de 2021, justo después de sufrir un aborto espontáneo en el hospital Miguel Servet de Zaragoza. Cuando se presentó en comisaría, explicó que tres meses antes había asistido a una fiesta en la que sospechaba que le habían administrado algún tipo de droga de sumisión en la bebida. La chica solo recordaba que los investigados le ofrecieron un cubata de ron y que después se despertó en una cama desnuda de cintura para abajo.

La denunciante preguntó a los dos encausados qué había sucedido y estos le dijeron que habían hecho un trío e incluso lo habían grabado en vídeo. Según esta, les pidió que borraran las imágenes, que nunca llegaron a mostrarle, y ellos le aseguraron que lo harían. Como no conseguía recordar nada, les preguntó también si habían adoptado medidas de protección, a lo que contestaron que no, pero que habían eyaculado fuera.

Al pedir el archivo de la causa, la Fiscalía recordaba que la única prueba existente era la declaración de la víctima, «que al no recordar nada, supone que tuvieron que echar alguna sustancia en su bebida». Remarcaba además que no hay «ningún vestigio» de la supuesta droga y considera que «la credibilidad de la víctima está en entredicho». Se basaba para llegar a esta conclusión en el comportamiento de la joven, que volvió a participar en otra fiesta con los mismos jóvenes y en el mismo lugar la noche siguiente. «Por si fuera poco –añadía en el informe que presento en la Audiencia–, tres días antes de la denuncia por estos hechos formuló otra prácticamente idéntica contra otra persona».

Los investigados, a los que asisten los letrados Francisco Javier García Berenguer y Olga Oseira, reconocieron en su día las relaciones sexuales, pero insistieron que fueron consentidas y en que la denunciante adoptó siempre un papel “activo”.

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