Comunidad de calatayud
Una nueva vida para el Camping Lago Resort de Nuévalos
Los gestores plantean modernizar las instalaciones.
En la orilla del pantano de la Tranquera, a cinco minutos del Monasterio de Piedra, a escasa media hora en coche del centro de Calatayud y a las puertas de los valles del Piedra y el Mesa. El Camping Lago Resort de Nuévalos ha iniciado este año una nueva andadura con el objetivo de potenciar el valor de su situación geográfica ‘estratégica’, modernizar instalaciones y convertirse en un "referente" en el sector turístico de la comarca bilbilitana. Al frente del proyecto que echa a andar bajo la nueva sociedad gestora, ‘Camino Serralba’, se encuentran Javier Cazcarro y Jordi Pérez, ambos con experiencia en el sector.
"El punto fuerte es su ubicación: estamos entre Alhama y Nuévalos, a un paso de las hoces del Mesa, del mirador de los buitres de Calmarza, de Jaraba, de Ibdes. Muy cerca tenemos Gallocanta, Armantes,…", enumera Pérez conocido guía en la zona. Junto con Cazcarro, reconocen que entre sus planes también entra el ser un centro de información sobre la zona: "Queremos que la gente sea consciente de que este entorno no es solo para pasar un día, que mínimo necesitas hacer noche para verlo y también buscamos que no se vayan con la sensación de que se han dejado cosas por conocer", reivindican ambos.
Su propósito es serio y ya han presentado un proyecto cercano a los 60.000 euros de inversión a la convocatoria de las ayudas Leader que gestiona el Adri Calatayud-Aranda. "Es una manera de aunar nuevas ilusiones, realizar mejoras, darle un empujón y posicionarnos tras dos años en los que este tipo de turismo ha crecido en demanda", reconoce Cazcarro, que acumula ya 8 años en la gestión de las instalaciones. "Queremos aumentar la eficiencia energética en climatización y alumbrado, reformar las estancias, modernizar muebles, y más ideas que tenemos. Queremos darle vida al camping", apunta Pérez, que se ha sumado al proyecto.
En total, el camping tiene con un total de 30.000 metros cuadrados de superficie, en los que además de parcelas también cuenta con 70 alojamientos bajo techo, entre bungalows, mobile homes y apartamentos de distintas capacidades. A eso se une el servicio de bar restaurante, piscina y espacios multiusos al aire libre. "Nuestra idea es que con las mejoras en eficiencia, con las que buscamos reducir costes, sea factible ampliar la temporada de apertura, aprovechar más el invierno. Veremos cómo va respondiendo la demanda", argumenta Pérez.
En total, cuentan con 300 plazas con y la idea es dirigirse a un público familiar. "Sabemos que la gente busca sitios como este, que le permitan estar en contacto directo con la naturaleza", defienden los dos. Con la ampliación de la temporada, también buscan asentar población. Las cuatro personas que trabajan como fijas discontinuas son de la zona.
