ZARAGoza

El electricista de Zaragoza acusado de  intentar asesinar a tiros a su exjefe: "Llevo 2 años en prisión de gratis"  

El procesado, que se enfrenta a una condena de 16 años, intenta conseguir la libertad provisional a pocos días del juicio, que se celebra del 5 al 8 de abril. Las acusaciones se oponen.

Alberto Pérez Giménez compareció este lunes en la Audiencia de Zaragoza.
Alberto Pérez Giménez compareció este lunes en la Audiencia de Zaragoza.
José Miguel Marco

La Audiencia de Zaragoza tiene previsto juzgar del 5 al 8 de abril a Alberto Pérez Giménez, el electricista acusado de planear una emboscada mortal contra su exjefe, al que según la Fiscalía disparó hasta en cinco ocasiones por considerarlo uno de los principales responsables de su despido como técnico de mantenimiento del Hospital Royo Villanova. 

Por estos hechos, ocurridos a primera hora del 6 de abril de 2020 en el barrio de Jesús, el procesado se enfrenta a una condena de hasta 16 años de cárcel, ya que se le acusa de tentativa de asesinato y tenencia ilícita de armas. Sin embargo, la defensa entiende que no hay pruebas ni motivos para mantenerlo ni un solo día más preso, de ahí que solicitara su inmediata puesta en libertad.

"Soy inocente y llevo casi dos años en la cárcel de gratis, por culpa de mi anterior abogada, que me aconsejó acogerme a mi derecho a no declarar", manifestó este lunes Alberto Pérez, de 37 años, durante la vista celebrada en la Audiencia Provincial para decidir si se prorroga o no la prisión provisional. 

El letrado que ahora lo defiende, Alejandro Sarasa, trató de hacer ver al tribunal que hay formas de garantizar la presencia de su cliente en el juicio. Y propuso, por ejemplo, que se le retire el pasaporte y se le obligue a comparecer tres veces por semana en el juzgado de guardia.

Agentes de la Policía Nacional inspeccionan la calle Mainar, el lugar donde se tiroteo el 6 de abril de 2020.
Agentes de la Policía Nacional inspeccionan la calle Mainar, el lugar donde se tiroteo el 6 de abril de 2020.
Guillermo Mestre

Pero ni la Fiscalía ni el resto de acusaciones –la letrada Carmen Cifuentes, por la víctima, y José Luis Gay, por el Gobierno aragonés– considerarían acertada la salida de Zuera del presunto pistolero a menos de un mes para la celebración de la vista. Dada la gravedad de los hechos y el importante castigo al que se enfrenta el procesado, para todos ellos existe un alto riesgo de fuga.

"Sin olvidar una posible reiteración delictiva", remarcó la abogada del tiroteado, que pudo acabar muerto o postrado de por vida en una silla de ruedas. Porque la última de las balas se quedó a "milímetros" de dañarle la médula espinal, lo que –según dijeron los forenses en su día– podría haber provocado desde un paro cardiorrespiratorio agudo, con consecuencia de muerte, hasta una paraplejia o hemiplejia.

Se le negó el pasado septiembre

No es la primera vez que la Sección Sexta de la Audiencia Provincial tiene que pronunciarse sobre la salida de prisión del electricista, muy vinculado a la localidad de Arándiga, en la Comunidad de Calatayud. El pasado verano, el encausado solicitó permiso para presentarse a unas oposiciones, pero el tribunal se lo denegó.

La defensa es consciente de que la renovación de la prisión provisional llega a las puertas del juicio, lo que hace difícil que prospere su petición de libertad. Sin embargo, el abogado Alejandro Sarasa aprovechó ayer su breve informe para insistir en que "no hay ninguna prueba" que sitúe al procesado en el lugar de los hechos. "Ni el ADN, ni las huellas ni las geolocalizaciones han permitido probar que Alberto Pérez fue la persona que disparó contra la víctima", señaló.

El Grupo de Homicidios de la Policía Nacional llegó a una conclusión muy distinta, ya que halló restos de pólvora en su casa y en el GPS de su coche había grabada una dirección muy próxima a la de la vivienda de su exjefe.

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