El comité de empresa del bus urbano de Zaragoza se reunió este martes para definir su estrategia en el conflicto laboral que mantienen con la concesionaria Avanza por la firma de un nuevo convenio colectivo. En la sesión, CUT pidió convocar una nueva huelga en el servicio de lunes a viernes, pero el resto de sindicatos rechazó la propuesta a la espera de saber si los paros parciales actuales aún son válidos –tras el fallo judicial que anuló la representación sindical– y de las próximas elecciones, que se celebrarán el lunes 28.

Con esta declaración de intenciones llegan este miércoles los representantes de la plantilla al acto de conciliación convocado en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA) tras la denuncia de Avanza, que considera ilegal la actual convocatoria de huelga al partir de un comité invalidado.

En concreto, un juzgado anuló las elecciones celebradas en la plantilla del bus en 2016, por irregularidades en una de las candidaturas. Durante el proceso se advirtió de la presencia de tres personas en dos candidaturas de forma simultánea, CC. OO. y OSTA. Tras varios recursos, los implicados abandonaron la lista de OSTA: dos se decantaron por la de Comisiones Obreras y la otra se dio de baja.

A continuación, la mesa electoral dio validez a la candidatura de OSTA pese a que no contaba con los 22 miembros necesarios para su configuración. El sindicato CUT impugnó la decisión, y un laudo arbitral dictado en junio de 2017 les dio la razón.

Sin embargo, OSTA no aceptó la resolución y recurrió a los tribunales, que cinco años después han confirmado en una sentencia que su lista no debería haber participado en las elecciones sindicales. Esta decisión judicial invalida el proceso electoral y, de facto, la configuración actual del comité de empresa del bus.

La publicación de la sentencia llevó a los representantes sindicales a suspender los paros dos semanas para retomar las negociaciones. Sin embargo, la tregua apenas duró unos días. Avanza denunció la huelga por irregular mientras el comité mantiene su legitimidad. Ahora la pelota está en el tejado del SAMA.