¿Cuáles fueron las líneas de bus de Zaragoza más utilizadas en 2021?

Las rutas de los barrios periféricos son las que más rápido recuperan la demanda. El Ayuntamiento no refuerza las frecuencias ante la caída de usuarios, pero busca fórmulas para incrementar la velocidad comercial a la espera del nuevo contrato.

Huelga del Tranvía y del autobús
Huelga del Tranvía y del autobús
Oliver Duch

Los efectos colaterales de la pandemia se han dejado notar con fuerza en el transporte público de Zaragoza y, en concreto, en su red de bus urbano. El número de usuarios del año pasado fue todavía un 30% inferior a lo que era habitual antes de tener que convivir con las mascarillas, el teletrabajo y el temor a las aglomeraciones. Sin embargo, la recuperación no está siendo equilibrada en todas las líneas. Mientras algunas ya solo están un 5% por debajo, otras ni siquiera reciben a la mitad de los pasajeros que antes. Lo que no cambia, eso sí, es la clasificación de trayectos más demandados. La 24, la 33 y la 39 copan el podio, y junto a la 35, suman tantos usuarios como el tranvía.

Según los informes que maneja el área de Movilidad, el año pasado el bus urbano registró 65,5 millones de viajes, y casi el 10% se realizaron en la línea 24. Es, de largo y una vez más, el trayecto más utilizado por los zaragozanos en este medio de transporte. Enlaza Las Fuentes con Valdefierro atravesando Delicias y el centro con buses articulados, lo que la convierte en lo más parecido al eje este-oeste que demandan los barrios, tras la conexión norte-sur que supuso el tranvía.

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El año pasado llevó a 16.438 pasajeros al día, y es una de las que mejor está volviendo a la ansiada normalidad, ya que tan solo se encuentra un 14% por debajo de su demanda habitual. Le siguen, a cierta distancia la 33 y la 39, que en 2021 superaron los 4 millones de usos cada una, pero que antes de la pandemia rebasaban con creces la barrera de los cinco millones.

La 33 también cubre las necesidades de los barrios del este y del oeste, al unir Delicias con Torrero a través del centro, mientras que la 39 enlaza los Pinares de Venecia con Vadorrey cruzando el Ebro por el puente de Hierro. Ambas aún tienen que recuperar un 21% de sus viajeros.

Estas cuatro grandes líneas, junto a la 21, la 23, la 32 y la 42, aglutinan la mitad de los traslados en bus que se hacen en la capital aragonesa. Son el eje estructural de una red que, no obstante, ofrece trayectos de menor recorrido y capacidad pero muy útiles para sus usuarios, en especial en los barrios periféricos. Buen ejemplo de ello es la 59, que acerca a los vecinos de Arcosur hasta Valdespartera, donde pueden coger el tranvía. La falta de alternativas en el distrito hace que sea una de las líneas que menos ha sufrido la pandemia, ya que con 220.665 usos en 2021, apenas registra un 5% menos de demanda de la habitual.

Algo similar ocurre con la 52 y la 53, las opciones de los vecinos de Miralbueno para llegar al centro o a la Romareda. Entre las dos suman más de 2,4 millones de usos, y en el caso de la primera, prácticamente no ha variado la demanda pese a la crisis sanitaria.

La reordenación pendiente

A diferencia de lo que ocurría en los años previos a la pandemia, el Ayuntamiento de Zaragoza no ha reforzado las frecuencias ante la caída tan abultada del número de usuarios. Las mejoras en el servicio también han sido limitadas a la espera de recuperar los viajeros y con la vista ya en el nuevo contrato de gestión, dado que el actual expira el próximo año. En este sentido, la principal medida será la reordenación de líneas, que el gobierno PP-Cs anunció al inicio de su mandato pero que ahora ha aplazado hasta que se estabilice la demanda.

Sin embargo, las entidades vecinales consideran "muy necesaria" la reestructuración de la red de bus urbano. "La pandemia no es excusa, los estudios deberían estar ya encima de la mesa para afrontar un debate ciudadano", apuntan desde la Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza (FABZ), que no obstante, sigue apostando por la línea 2 del tranvía para el eje este-oeste.

En cualquier caso, el Ayuntamiento y la concesionaria Avanza siguen buscando cómo mejorar el servicio en la recta final del contrato. Una de las principales preocupaciones es aumentar la velocidad comercial, es decir, las frecuencias de paso de los buses por las paradas. Para ello, en los últimos años se ha extendido la red de carriles bus. Además, se ha probado aplicar la prioridad semafórica de la que disfruta el tranvía, pero las complejidades técnicas y de organización del tráfico lo han hecho inviable.

Ahora, la última propuesta que estudia el Consistorio pasa por volver a permitir la circulación en los carriles bus a 50 kilómetros por hora en aquellas vías pacificadas en las que se había reducido a 30 km/h. En el listado de vías que maneja el área de Movilidad se encuentran San Vicente de Paúl y Bretón, entre otras.

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