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Tres magistradas hacen historia en la Audiencia de Zaragoza

La Audiencia Provincial, históricamente gobernada por magistrados, acogió ayer el primer juicio con un tribunal penal integrado únicamente por mujeres.

La magistrada Esperanza de Pedro, en una foto de archivo cuando presidió el jurado del crimen de Ricla.
La magistrada Esperanza de Pedro, en una foto de archivo cuando presidió el jurado del crimen de Ricla.
José Miguel Marco

Las mujeres están llamadas a ser quienes impartan Justicia en España. Y como prueba, un dato: de los 188 jueces que recibieron sus despachos en la última promoción de la Escuela Judicial, solo 54 eran hombres. Sin embargo, lo que es una realidad en la base o primera instancia está tardando algo más en plasmarse en la cúspide, considerando como tal las Audiencias Provinciales, los Tribunales Superiores de Justicia o el propio Supremo o Constitucional.

Y es por ello que lo ocurrido ayer en la Audiencia de Zaragoza tuvo cierto carácter histórico, ya que por primera vez fueron tres magistradas quienes integraron un tribunal penal. Presidiendo la vista estuvo María José Gil Corredera, a la que flanquearon Esperanza de Pedro y María Concepción Aldama. Esta última ha sido una de las últimas en llegar a las dependencias de la calle de Galo Ponte. Aprovechando la baja de Juan Alberto Belloch, que se jubiló el pasado 3 de febrero al cumplir 72 años, la que había sido hasta ahora titular del Juzgado de Menores número 1 de Zaragoza ha dejado su despacho en la Ciudad de la Justicia para ocupar otro en la Audiencia.

El primer tribunal femenino de la Sección Primera tenía previsto juzgar durante tres días a una expareja por las lesiones que se causaron el uno al otro en el aparcamiento de la Expo. Sin embargo, un acuerdo previo entre las partes les facilitó bastante la tarea. No hay foto ni de la vista ni del tribunal porque no fue autorizada.

Un goteo constante

Las mujeres han ido llegando con cuentagotas a las secciones de lo criminal de la Audiencia Provincial, pero los últimos relevos han hecho posible alcanzar por fin la paridad. Y de los doce magistrados que ahora la integran, la mitad son féminas.

Tras la marcha del exalcalde de Zaragoza, el único magistrado que queda en la Sección Primera es Alfonso Ballestín, a la postre también presidente de la Audiencia desde el año 2018. Las tres juezas que componían el histórico tribunal de ayer son sus compañeras.

La Sección Tercera cuenta con una única magistrada, Nicolasa García, otra de las recién llegadas desde la avenida de Ranillas tras la jubilación de Miguel Ángel López del Hierro.  En cuanto a la Sección Sexta, de los cuatro magistrados que la integran, dos son igualmente mujeres: María Pilar Lahoz y María del Milagro Rubio. Sin embargo, su presidente, Carlos Lasala, está también a punto de cumplir los 72. Y de no surgir sorpresas o peticiones imprevistas, su puesto –que no el cargo– podría ocuparlo otra mujer.

Como sucede en la Judicatura, las féminas han ido ganando progresivamente poder en la Fiscalía. El 27 de mayo del pasado año, con motivo de su toma de posesión, la primera fiscal superior de Aragón, Asunción Losada, hablaba de la necesidad de hacer «natural» algo que hasta ahora no lo era. Y más pronto que tarde, la llegada de la mujer a los altos cargos dejará de ser noticia.

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